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"La sociedad civil debe despertar"

De la Calle critica la censura, que 31 directores de museos califican de "inaceptable"

La censura del PP a las imágenes del caso Gürtel que ilustraban en un museo de Valencia el resumen de 2009 efectuado por los fotoperiodistas sigue provocando muestras de rechazo. Ayer, el de 31 directores de instituciones museísticas. La Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE) calificó ayer de "intromisión inaceptable de los responsables políticos" la censura de la exposición Fragments d'un any en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (Muvim) de Valencia y que provocó el lunes la dimisión de su director, Romà de la Calle.

En un comunicado hecho público ayer, fuentes de esta asociación, que reúne a 31 directores de los museos públicos y centros de arte contemporáneo más importantes de España, alertan de la "enorme y creciente preocupación" en el sector de artes visuales en la Comunidad Valenciana por "el retroceso en la gestión democrática y en la profesionalización de las instituciones públicas culturales".

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Mientras, más de 500 personas se concentraron anoche frente a la Diputación de Valencia, en la plaza de Manises de la capital, para protestar contra el PP por la censura en un acto que consistió en el encendido de 91 velas, una por cada una de las imágenes incluidas en toda la exposición Fragments d'un any. Y al igual que el martes en la concentración frente al museo, anoche volvió a hacer acto de presencia Romà de la Calle, ahora ex director del Muvim, que recibió varias ovaciones intercaladas con gritos de "Rus, dimisión", en referencia a Alfonso Rus, el presidente de la institución provincial, titular del museo.

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"La sociedad civil está dormida, hace falta despertarla", clamó el ex director, "¿separar la cultura de la política? Pero de qué hablamos". Y aconsejó: "La sociedad civil tiene que despertar y si no despertamos nos merecemos todo lo que tenemos", prosiguió, "y no pasa nada, yo volveré a mi puesto [de catedrático de Estética de la Universitat de València] y otros quedarán".

También habló de otros efectos benéficos de su decisión: "Yo he estado unos días sin dormir, pero esta noche he dormido tranquilo; he hecho lo que tenía que hacer, no he hecho nada extraordinario". Por último, anunció que hoy estará en la reinauguración de Fragments d'un any, a mediodía en la sala Tomás March (calle de Aparisi y Guijarro, 7): "Será la primera vez que inaugure dos veces una exposición; pero si va a más lugares, iré a más lugares a inaugurar la exposición".

La protesta contra la censura también llegó al balcón del Ayuntamiento de Valencia durante la tradicional mascletà. Seis de los concejales socialistas y el secretario general del partido en Valencia, Salvador Broseta, lucieron en sus solapas durante el espectáculo pirotécnico la popular máscara que se empleó contra la censura a finales de los años setenta en apoyo a la compañía teatral Els Joglars.

En el ámbito de la cultura, a la protesta de los directores de museos se han unido muchas otras. Ayer, la Associació d'Editors del País Valencià mostró su "absoluta repulsa a la censura" y se solidarizó con De la Calle. La Junta de Gobierno de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, también expresó "su más profundo desagrado por la actuación emanada de las esferas políticas cuestionando los contenidos de una exposición ya inaugurada". La Academia "respalda unánimemente" las actuaciones de De la Calle y "deplora" que su rechazo de la censura impuesta por la Diputación haya provocado su dimisión. Además, la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV) también lamentó que "cuestiones externas" a la gestión de De la Calle, "inaceptables en cualquier caso al estar relacionadas con la censura" hayan acabado con su figura al frente del museo.

Desde la Diputación, la junta de personal y el comité de empresa de la institución, advirtieron de que no tolerarán "ningún tipo de represalia directa o indirecta" hacia los trabajadores del Muvim. Su comunicado achaca directamente al equipo de gobierno de Rus la censura de la exposición y denuncia que supone "un ataque a la libertad de expresión y a la democracia".

Frente al aluvión de críticas, la consejera de Justicia y Administraciones Públicas y portavoz del Gobierno valenciano, Paula Sánchez de León, aseguró que el asunto está "zanjado" y que el Consell "no tiene nada que decir".

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