Los 'sorolla' aterrizan con honores reales
Son las más grandes. Las pinturas más grandes del artista valenciano más popular. Algunos expertos dicen que conforman la obra cumbre de Joaquín Sorolla. Cuestión de gustos. De lo que no hay duda es de la espectacularidad y excepcionalidad de todo el operativo desplegado para traer a España por primera vez los 14 murales que pintó sobre su país.
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Bancaixa paga dos millones de euros para exhibir a partir del 7 de noviembre los murales en su renovado Centre Cultural
La entidad financiera ha invitado a la familia real para la apertura de la muestra
Las obras llegan a Valencia desde Nueva York en un Boeing 747 y son escoltadas por un gran despliegue policial
No es habitual ver en el aeropuerto de Manises aterrizar un avión jorobado y transoceánico, un Boeing 747 Cargo, con la bodega repleta de enormes telas. Ni que una vez tomara tierra, sobre las 13 horas de ayer, fuera rodeado por la Guardia Civil, por guardias de seguridad y por una amplia comitiva de periodistas. Ni que cuatro tráilers, controlados por GPS para marcar en todo momento su rastro, recogieran las 21 cajas con los bastidores y lienzos enrollados y los transportaran, abriendo paso la Policía Nacional, hasta el Centre Cultural Bancaixa. Ni que se cortara una calle para introducir las obras que encargó el magnate e hispanista estadounidense Archer M. Huntington en el edificio que tiene la entidad financiera en la Plaza de Tetuán. Ni que se tardara cinco meses en restaurar las obras en un trabajo coordinado por el restaurador de Bancaixa Vicent Ripollés. Ni que una caja de ahorros gaste dos millones de euros (250.000 en el alquiler del avión) para cubrir los gastos de una exposición.
Lo importante, en cualquier caso, es que ayer llegaron los sorolla (cuyo valor asegurado asciende a 100 millones de euros) sin incidentes, con honores casi reales. No en vano, la entidad financiera ha invitado a la familia real española a que asista a la inauguración de la exposición que supondrá, además, la apertura del ampliado y renovado Centre Cultural.
Será el 7 de noviembre, muy probablemente, según anunció ayer a pie de pista el gerente de la Fundació Bancaixa, Miguel Ángel Utrillas. Los valencianos tendrán la oportunidad de ver los murales hasta finales de marzo. "Es una verdadera satisfacción" para Bancaixa que estos lienzos puedan venir "por primera vez a Valencia, desde que salieron de España a principios del siglo XX. Es un hito en la historia", añadió Utrillas.
Los murales de la Hispanic Society of America se empezarán a desembalar hoy en el centro, debido a que ayer debían reposar del viaje y aclimatarse a la temperatura de las nuevas salas, habilitadas ex profeso para la exhibición, entre otros, del lienzo dedicado a Castilla, el más grande de todos, que mide 14 metros de largo por 3,5 de ancho.
Soraya y seis horas de espera
Ni los apreciados murales de Sorolla se salvan de los fastidiosos "problemas técnicos" con que se suelen despachar los retrasos en los aviones. El vuelo especial que los transportaba desde Nueva York llegó a Valencia con cerca de seis horas de retraso. Bancaixa fue atrasando la cita con los periodistas, cuya primera convocatoria era a las 6 de la mañana, hasta que se confirmó el horario, las 13.00.
A mediodía, las numerosas cámaras fotográficas y de televisión y los micrófonos de las radios llamaron la atención de los viajeros que se concentraban en la nueva terminal de Manises. Los viajeros miraban hacia la pista de aterrizaje siguiendo la dirección de las cámaras, sin entender el motivo de tanta expectación. Unos miraban la comitiva de plumillas, provista de chalecos reflectantes para poder acceder después a la pista, con expresión burlona. Otros optaron por preguntar abiertamente. Como un hombre con acento sevillano, que al enterarse del porqué del inusual movimiento en la terminal, comentó: "Y todo por unos cuadros".
Más chocante fue la reacción de una joven que llegaba con un grupo de amigas, mayoritariamente de Castellón, de celebrar una despedida de soltera en Sevilla. No parecían haber dormido mucho. La chica se acercó a un fotógrafo y le preguntó que quién venía. Éste le respondió que no se trataba "de una persona física", sino de "los cuadros de Sorolla". "¿De los padres de Soraya?", inquirió la joven en alusión a la cantante popularizada por el programa de televisión Operación Triunfo. La fiesta en el grupo continuó cuando el fotógrafo desveló el error.
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