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El sumario del 'caso Gürtel' revela que Camps miente, según el PSPV

"No nos asustan, la mayoría nos apoya", dice el presidente

El sumario judicial que instruye el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, por un supuesto delito de cohecho, demuestra que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, miente. Así, lo afirmó ayer el portavoz del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas, Ángel Luna, durante la séptima sesión de control a Camps relacionada con su implicación en el caso Gürtel.

El Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) está personado como acusación particular en el sumario que se instruye por un supuesto delito de cohecho contra Camps, su número dos, Ricardo Costa y otros dos ex altos cargos de la Generalitat. Los cuatro, supuestamente, recibieron trajes pagados por Orange Market y otras empresas de la trama corrupta que dirigía Francisco Correa.

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"Conozco el sumario y tengo más fuerza para reclamar la regeneración democrática", afirmó Luna en el hemiciclo del Parlamento valenciano. "Usted sigue imputado como antes, pero yo ahora conozco el sumario", insistió el portavoz socialista, que acusó a Camps, sin ambages, de mentir a la Cámara. Ángel Luna también aseguró que a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, los propios imputados no le han contado la verdad acerca del contenido del sumario del caso Camps.

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El presidente de la Generalitat acusó al socialista de haber tomado "una deriva incomprensible, absurda y fuera de tono". Camps se escudó de las críticas socialistas tras la victoria del PP en las elecciones al Parlamento Europeo, en las que su partido ha sacado 15 puntos de ventaja al PSPV-PSOE. Con este argumento eludió dar cualquier tipo de explicación sobre los contratos de la Generalitat con las empresas de la trama corrupta.

"No nos asustan sus maneras, ni sus gestos, porque nos apoyamos en el trabajo diario y en el respaldo de la mayoría de nuestros conciudadanos", dijo Camps. "Me habría extrañado que nos hubiese felicitado por el resultado", dijo Camps, que añadió: "Al final es la nada sobre la que intentan basar no sé que tipo de acusación". "Le interesa crear un telón de acero entre su incompetencia y nuestra forma de trabajar, pero los ciudadanos saben mirar por encima", insistió. "Tengo muchas cosas en su contra: ha traído una tropa de delincuentes, no contestan, no respetan las leyes y encima somos objeto de persecución", replicó Luna.

El pleno de las Cortes Valencianas concluyó al final en escándalo al abandonar sus escaños toda la oposición. El detonante fue la decisión de la presidenta de la Cámara de dilatar una votación, entre gritos de "tongo, tongo", hasta que el PP estuvo en mayoría.El presidente de la Generalitat compareció por última vez en este periodo de sesiones ante el pleno de las Cortes Valencianas y, como es habitual, abandonó el hemiciclo a toda prisa inmediatamente después de someterse a las preguntas de la oposición. Todos los miembros del Consell y un buen número de diputados del PP siguieron los pasos de Francisco Camps para agasajarle en los pasillos.

Mireia Mollà, diputada de Compromís, se levantó para defender una moción sobre el sector audiovisual valenciano. El miércoles, los socialistas habían defendido, sin ningún éxito, una moción muy similar.

La estampida tras el presidente era tan ruidosa que la propia Milagrosa Martínez, presidenta de las Cortes, hizo un gesto a Mollà para pedirle calma. Una vez se hubo disipado la polvareda, Mollà tomó la palabra desde su escaño para renunciar a la defensa de la moción y solicitar que se pasara directamente a votación. La diputada de Compromís argumentó que el miércoles ya había tenido ocasión de exponer la posición de su grupo.

Martínez fingió estar ausente. Los escaños del PP estaban vacíos. Una votación inmediata habría supuesto una derrota segura.

El pasado 30 de abril, en un caso similar, los socialistas renunciaron a defender una moción y se pasó a votarla de inmediato.

Pero ayer, Rafael Maluenda, portavoz adjunto del PP y padre del Reglamento de las Cortes, pidió la palabra para explicar la posición de su grupo y subió a la tribuna.

Los escaños de la oposición se convirtieron en un clamor: "¡Tongo! ¡tongo! ¡tongo!".

Maluenda se desgañitaba desde la tribuna apelando a las virtudes del debate y del Reglamento de las Cortes mientras los diputados del PP que se habían ausentado del hemiciclo corrían a recuperar sus posiciones.

Ángel Luna, portavoz socialista, cogió los papeles e invitó a sus compañeros a seguirle. Todos los diputados de la oposición abandonaron el hemiciclo salvo Mollà, que permaneció de pie en su escaño mientras Maluenda intentaba justificar su intervención.

Los diputados de la oposición abroncaron a Maluenda ante las pantallas de televisión que reproducían su intervención en los pasillos.

El portavoz adjunto del PP prolongó su discurso hasta que los escaños de su grupo estuvieron bien cubiertos. Dejó la tribuna entre aplausos.

Mollà, desde el escaño, recordó a la presidenta de las Cortes, "para que conste en el Diario de Sesiones", que había solicitado votar directamente la moción y que, a su entender, la explicación de voto de cada grupo debe ser posterior a la votación.

Ni caso. Martínez llamó a votar. La mitad del hemiciclo estaba vacío. El marcador reflejó el plante de la oposición. 51 votos en contra. Ninguno a favor.

Se cerró la sesión y todo un periodo ordinario de sesiones caracterizado por una peligrosa "deriva autoritaria", en palabras del socialista Ángel Luna, que vacía de contenido la actividad parlamentaria.

La amplia mayoría absoluta del PP actúa, además, blindada por un Reglamento de las Cortes que permite, por ejemplo, rechazar la tramitación de cualquier pregunta de la oposición parlamentaria sobre contratos de la Generalitat con empresas vinculadas a la trama corrupta que dirigía Francisco Correa.

Una sentencia del Tribunal Constitucional del pasado abril condenó a la Mesa de las Cortes por obstaculizar la tarea de la oposición. Se refería a preguntas formuladas en 2005, en la pasada legislatura. Y no alteró el proceder del PP.

El grupo mayoritario ha llegado a modificar las normas que rigen el acceso de público a las sesiones parlamentarias para garantizar prioridad a los altos cargos de la Generalitat sobre cualquier invitado de cualquier otro grupo parlamentario.

La permanente demostración de fuerza de parte del grupo mayoritario que ha caracterizado el último periodo de sesiones registró ayer otro golpe de efecto. Los populares convocaron de urgencia al consejo asesor de RTVE en la Comunidad Valenciana para condenar el tratamiento que recibe el presidente de la Generalitat en los informativos territoriales de TVE. E impusieron su criterio.

Imagen de los escaños vacíos de la oposición en protesta por el <i>tongo</i> del PP, que retrasó una votación para evitar perder.
Imagen de los escaños vacíos de la oposición en protesta por el tongo del PP, que retrasó una votación para evitar perder.JORDI VICENT

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