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"Dos tercios de las viviendas en venta son de los bancos"

Eloy Durá, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec), reclamó ayer ayuda pública del Estado para vender las 95.000 viviendas terminadas en territorio valenciano y cuya acumulación impide al sector recuperar la actividad. Durá asumió que la envergadura del problema, que afecta a 900.000 viviendas en toda España, exige la intervención del Gobierno central pero lamentó que "Madrid no está por la labor".

Según el presidente de Fevec, el denominado Plan Revive que fue trasladado a todas las administraciones hace dos meses, podría desarrollarse sin mayor gasto para las arcas públicas. Apenas supondría una renuncia a los ingresos vinculados al IVA sobre la vivienda nueva en el caso del Estado y a los impuestos que gravan los Actos Jurídicos Documentados, las escrituras de compra y venta de inmuebles, en el caso de la Generalitat y de las comunidades autónomas. "Si cada Administración aportara entre 20.000 y 25.000 euros en ayudas a la compra de vivienda podríamos acabar con el stock en un año y medio", auguró Durá. Y deslizó socarrón: "Están muy bien las nuevas tecnologías, pero el empleo lo genera la construcción".

Fevec reclama ayuda pública para vender 95.000 inmuebles
"Madrid no está por la labor de apoyar la compra de nuevas casas"

Los constructores acuden en este caso de la mano de los promotores inmobiliarios ante las administraciones públicas para defender un plan que consideran equiparable a los que fomentan la compra de vehículos. "Va a ser un año difícil", auguró Eloy Durá, "debemos romper la tendencia de crear puestos de paro".

El responsable de Fevec asumió que "dos terceras partes de las viviendas a la venta en la Comunidad Valenciana ya son propiedad de las entidades financieras como resultado de distintas negociaciones con los promotores que no han podido venderlas". Y el grueso de ese paquete estaría en manos de las dos grandes cajas regionales, Bancaja y Caja Mediterráneo, que apostaron muy fuerte por el sector inmobiliario. "Las entidades financieras sólo volverán a dar crédito cuando se hayan deshecho de las viviendas que tienen en propiedad", auguró.

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La federación se afana, entretanto, en buscar alternativas de negocio para sus asociados. En sociedad con Aidico, el instituto tecnológico de la construcción, se han montado escuelas de oficios relacionados con el sector en Congo. Se intenta establecer una escuela similar en Chad. La esperanza de los constructores valencianos es optar a la importante inversión pública que desarrollan en África organismos internacionales como Naciones Unidas o el Fondo Monetario Internacional.

Durá someterá a la próxima reunión de la junta general de Fevec la posibilidad de constituir un consorcio empresarial entre miembros de la federación que respalde a los emprendedores que quieran arriesgarse en el exterior. Cada empresa consorciada aportaría en torno a 10.000 euros para amparar a los empresarios que acuden a países donde desconocen el idioma, la legislación o las regulaciones financieras. El consorcio cerraría acuerdos con cada empresario individual.

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