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Elecciones municipales y autonómicas

El tono correcto de Calabuig descoloca a Rita Barberá

Barberá (PP) exige al candidato socialista que pida perdón por el paro - Calabuig (PSPV) le reta a dejar la lista de Camps, con 11 imputados por la justicia

Cristina Vázquez

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia por el PP desde hace 20 años y la más reconocida en las encuestas, partía como favorita. Y su contrincante socialista, Joan Calabuig, al que apenas conocen un 23% de los encuestados, logró descolocar a la candidata del PP en el debate a dos que ayer emitió Canal 9 al filo de la medianoche. De hecho, los dos candidatos iniciaron sus intervenciones agradeciendo a los telespectadores su interés por estar a esas horas frente al televisor. A pesar de la rigidez del formato, el cara a cara dio fluidez a las intervenciones y pie a la réplica.

En el primer bloque, Barberá -siempre en castellano- hizo un repaso somero a su gestión, destacó que Valencia es ya una marca de excelencia y de calidad de vida y atizó a su contrincante con los cinco millones de parados que tiene España. Lo hizo corresponsable del recorte de las pensiones en un tono duro.

Al final los socialistas salieron satisfechos y los populares se mostraron serios
La candidata del PP lució un traje rojo y el del PSPV se presentó de azul
Barberá dice que Valencia tiene dos problemas y son por culpa del Gobierno
Calabuig replica que cuando presidió la FEMP no le oyó pedir para Valencia
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Calabuig no se arredró y a pesar de su tono correcto le atizó con la corrupción. "Comprométase aquí, si le importa Valencia, a abandonar una lista [la autonómica] en la que figuran 11 imputados o implicados en distintos delitos de corrupción", le retó.No se vio la reacción de Barberá a ese gancho de Calabuig porque los realizadores solo dieron planos generales al principio y al final del debate. Pero la sensación es que Barberá no se lo esperaba porque dejó la réplica para el último turno. "Usted quiere que abandone la lista para ver si tiene una oportunidad, pero no pienso hacerlo. Siempre intentan vincularme con la corrupción cuando saben que no tengo absolutamente nada que ver".

La candidata a la reelección alternó la enumeración de sus logros; "más de un millar de nuevos equipamientos, sin subir los impuestos y con un Ayuntamiento saneado", con duras acusaciones contra Calabuig por ser diputado en el Congreso y avalar con su voto los recortes sociales y ser corresponsable junto con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de los cinco millones de parados. Empleó un tono contundente, duro.

Calabuig perdió terreno cuando se presentó como nacido en Valencia -"Yo soy de aquí, no hace falta que lo diga, todo el mundo lo sabe", le recriminaría luego la alcaldesa-. Y siguió en tono cordial alabando la ciudad y reconociendo que tras 20 años en el Gobierno "sería injusto" decir que el PP no ha hecho nada. Parapetado tras un tono pausado y respetuoso, el candidato socialista recordó que los socialistas son los padres del Jardín del Turia, del Palau de la Música, del IVAM... "No son inversiones que han desaparecido al poco", dijo para referirse a grandes eventos como la Copa del América. Le afeó que no haya construido colegios ni escuelas infantiles o que haya centros de salud pendientes desde hace años en la ciudad.

Fue entonces cuando Barberá le criticó por "su ignorancia" y le acusó de mentir, "porque el 90% de lo que ha dicho, ya está en marcha". La alcaldesa se tomó en serio este turno, dedicado a la réplica. Acto seguido urgió a Calabuig a pedir perdón por los cinco millones de parados y se negó rotundamente a reconocer a los socialistas la autoría de todos los proyectos enumerados antes por su contrincante. "El río lo declaró verde Miquel Ramón Izquierdo, el Palau de la Música ha sido remodelado y ampliado después y de la Ciudad de las Artes dejaron ustedes un pirulí que no se podía hacer". Y ya puesta, Barberá explicó las críticas de Calabuig por la falta de escuelas infantiles en el interés que tienen los socialistas por favorecer "a las cooperativas de izquierdas. Nosotros damos libertad".

Calabuig confesó que se negaba a insultarla. "Ni la insultaré ni la atacaré porque esas son actitudes del pasado", dijo, frase que fue contestada poco después por la alcaldesa con un "para usted escuchar la verdad es insultar". Calabuig trató de no perder la hebra y siguió con su balance de gestión: "En 2007 prometió 18.000 viviendas de VPO y ha hecho 60..." y siguió desmintiendo que el Ayuntamiento esté saneado, con sus 480 millones de deuda, y le recriminó que no le pida lo que le debe al presidente Camps porque es su compañero de partido, o que nadie le oyera reclamar nada para Valencia cuando dirigió la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Calabuig intentó romper el discurso de Barberá en el que Zapatero y el PSOE es responsable "único" de la crisis y el paro. El candidato socialista enseñó entonces unos gráficos en rojo y azul para dejar claro que quien ha subido las pensiones y mantenido el poder adquisitivo de los jubilados españoles es el PSOE·. Calabuig defendió al Gobierno de los constantes ataques de Barberá.

La alcaldesa y candidata a la reelección volvió a acusar al socialista de faltar a la verdad e insistió en que proyectos que el PSOE ha hecho suyos, por ejemplo el AVE, fueron comenzados por el expresidente José María Aznar. Y dicho eso, se dirigió directamente a cámara para pedir el voto para el PP en los comicios del 22-M con rotundidad y se movió cómoda en el discurso del miedo, pero a los socialistas. "A ver si Zapatero entiende que tiene que irse ya". Como conclusión, Barberá insistió en que los socialistas no hicieron nada cuando gobernaron, se quejó de la actitud sectaria del Gobierno español por obstaculizar proyectos para Valencia como el Cabanyal o la Marina Real. Luego habló de una Valencia "más verde y azul, más libre y a la vanguardia" si volvía a ser alcaldesa. Barberá cerró el debate al ocupar el último turno. A Calabuig se le olvidó o no quiso pedir el voto en su última intervención. Y la cordialidad reapareció en un plató donde solo estaban ellos con los técnicos.

A la salida, los equipos evidenciaron una primera impresión sobre el debate. Los socialistas, encabezados por el secretario general en la ciudad, Salvador Broseta, se veían satisfechos con el resultado. En el grupo de los populares, muchas caras serias.

Como ha pasado en el debate de candidatos de Madrid, la candidata del PP compareció ataviada con un traje de chaqueta rojo y blusa de color crudo -un clásico del vestuario de la alcaldesa- y Calabuig con traje azul marino y corbata a rayas azules, rojas y blancas. El presentador Xavier Carrau se limitó a recordar que era un debate pactado por el consejo de administración de RTVV y avalado por la junta electoral. Ni Esquerra Unida, al que las encuestas le dan dos posibles concejales, ni Compromís pudieron participar al no tener representación en el Consistorio.

Barberá y Calabuig se saludan antes de comenzar el debate.
Barberá y Calabuig se saludan antes de comenzar el debate.CARLES FRANCESC

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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