Los tránsfugas repiten en las listas y ganan protagonismo
De poco, o más bien nada, ha servido el pacto antitransfuguismo suscrito entre el PP y el PSOE. Los ediles que se aprovecharon de un tránsfuga para llegar al poder repiten, y no solo eso sino que premian y recompensan a los que traicionaron a los partidos por los se presentaron.
El caso más llamativo es el de La Vall de Laguart donde el edil Josep Manel Barber, que se presentó en las pasadas elecciones como cabeza de lista por Esquerra Republicana del País Valencià, entregó en junio de 2009 la alcaldía a Francisco Gilabert, del PP, mediante una moción de censura. Ahora el edil de origen republicano nacionalista va de número dos del PP.
Los alcaldes del PP de La Vila Joiosa y de Dénia, Jaime Lloret y Ana Kringe, repiten como cabeza de cartel pese a que llegaron al cargo gracias a un tránsfuga. En La Vila, Quico Melero, el edil que propició la moción de censura, figura en la lista del PP en puesto de salida, sin que la dirección regional o provincial haya criticado esta operación. Y en el caso de Dénia, el tránsfuga del PSOE, Juan Collado, figura en la candidatura autonómica del Centro Democrático Liberal.
El caso más televisado fue el de Benidorm. Agustín Navarro, que se dio de baja del PSOE, y se alió con un concejal del PP, José Bañuls, para llegar a la alcaldía. Ahora Navarro se presenta como independiente por el PSOE, aunque Bañuls no repite en ninguna lista.
