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El turismo valenciano afronta la primera crisis de los vuelos baratos

El sector teme el daño de una eventual salida de Ruanair de Manises

"Lo que más nos puede afectar es que Ryanair decida finalmente suspender los vuelos en Manises y trasladarlos a Girona. Eso nos puede hacer bastante daño". Con sinceridad, Luis García Alarcón, vicepresidente de Unión Hotelera de la provincia de Valencia, expone la alarma que recorre la industria turística del territorio, y que resulta más grave cuanto más al norte. Los vuelos baratos (y en ello coinciden hoteleros, hosteleros, agencias de viaje y compañías aéreas) ha venido siendo el principal motor del negocio para la comunidad autónoma. Y especialmente para su capital, un destino emergente cuyo aeropuerto ha visto crecer en un 162% el tráfico de pasajeros desde el año 2000 mientras la media española lo hacía un 58,4%.

El bajo coste, protagonista de la revolución, se enfrenta ahora a una crisis, motivada por la escalada del precio de los combustibles. Afectará a todas las compañías, pero golpeará con mayor dureza a aquellas que han conseguido, a fuerza de ajustar los precios, ampliar el número de ciudadanos que pueden viajar en avión. Es la primera crisis de una relación que empezó en 2001 cuando EasyJet comenzó a operar desde Alicante.

Ese nuevo escenario (que a la vista de los resultados de los aeropuertos de Valencia y Alicante apenas ha empezado a notarse, pero cuyo primer signo serio ha llegado con el anuncio del "cierre temporal" de la sede de Ryanair en Manises y la anulación de 500 vuelos entre noviembre y diciembre) se presenta con distinta intensidad en el territorio: para Valencia, puede ser grave, porque ha basado en los vuelos baratos su crecimiento de los últimos años y porque Ryanair es la primera operadora barata del aeropuerto; para Alicante, la situación es distinta, porque ninguna compañía ha puesto en cuestión su interés por el destino y porque su costa era ya un ejemplo de éxito antes del bajo coste; para Castellón, finalmente, o más concreto para su futuro aeropuerto, puede ser fatal, informa María Fabra, porque confiaba en estas compañías para la puesta en marcha de sus instalaciones, y ninguna (y menos ahora) se ha interesado por ellas.

Esa diferencia de estatus la pone de relieve la misma decisión de Ryanair. La empresa explicó su retirada, que advierte de que puede ser definitiva, por la falta de ayudas del Ayuntamiento (que éste ya ha contestado que no concederá), por las tarifas que cobra el aeropuerto ("de las más caras de España", afirmó), y por el precio de los combustibles. La compañía fundada por el irlandés Michael O'Leary también opera, sin embargo, en L'Altet (Alicante) pagando las mismas tasas, según AENA, y sin ninguna ayuda pública. ¿Qué diferencia hay entre este aeropuerto y el de Valencia? La directora de marketing de la compañía aérea para el sur de Europa, la italiana Alessia Viviani, responde con la franqueza que da el conocimiento relativo de un idioma: "Alicante es un destino más querido por los turistas. Es mucho más difícil aumentar el número de pasajeros en Valencia".

El bajo coste es "importantísimo" para la ciudad y para el territorio, reconoce Luis Martí, secretario general de la Federación Hotelera de la Comunidad Valenciana. Un peso que Vicente Blasco, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, considera "básico". Ambos, sin embargo, rechazan la concesión de ayudas.

La pregunta es: ¿podrá sobreponerse la ciudad a una eventual marcha de la compañía y a las dificultades de hallarle un sustituto? "Creemos que Valencia está lo bastante consolidada como para que nadie tome decisiones precipitadas", responde Martí. "Lo que tenemos que hacer es dar confianza. Convencer a las compañías de que vale la pena apostar por Valencia porque es una apuesta ganadora. Los eventos sirven para posicionarse en el mercado internacional, pero son la guinda de un pastel que hay que preparar día a día", añade.

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El pinchazo de uno de esos eventos, la marcha de la Copa del América, ha sido "un factor que ha afectado a Valencia como destino", opina la directora de marketing de Ryanair.

Y aunque la organización de eventos se trata de generalizar a puntos como Alicante, el crecimiento del tráfico aéreo en su aeropuerto es previo y evoluciona al margen, vinculado a la potencia que en la provincia tiene el turismo en general y el residencial en particular. L'Altet ha visto cómo el dominio de las compañías chárter, ligadas a los operadores turísticos, se ha ido sustituyendo en parte por el auge de las de bajo coste, que dan "más flexibilidad" sobre todo a los extranjeros, según Antoni Mayor, presidente de la patronal hotelera Hosbec. Un elemento "importantísimo" para la evolución de la ocupación que, además, "ha creado nuevos canales de venta", añade Vicente Marhuenda, gerente de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante. El sector reconoce en general que la escalada del combustible afectará "un poco" y no descarta una eventual subida de tarifas, pero traslada un mensaje de tranquilidad y confía en que el precio del petróleo no subirá mucho más. "Creo que el bajo coste seguirá siendo importante", concluye Mayor.

La importancia del bajo coste

- La llegada de pasajeros a Valencia y Alicante a través de compañías de bajo coste ha crecido desde 1,3 millones en 2004 a 3,4 millones en 2007.

- Al aeropuerto de Valencia llegaron hasta junio de este año 661.606 pasajeros en este tipo de compañías, un 25,8% más que el primer semestre de 2007. L'Altet recibió 1.466.232 pasajeros, un 27,2% más.

- Las compañías líder del aeropuerto de L'Altet son EasyJet y Ryanair, mientras que las de Manises son Ryanair y Vueling, por este orden.

- El tráfico general de pasajeros en los dos aeropuertos se ha disparado. Desde 2000, el movimiento de pasajeros en Valencia ha crecido un 162,3%, mientras que el repunte en Alicante fue del 71,48%. Ambos datos están por encima del crecimiento del 58,4% del conjunto de aeropuertos españoles.

- El crecimiento de pasajeros ha permitido a los dos aeropuertos escalar posiciones en el conjunto español. Alicante ha pasado del séptimo al sexto lugar en tráfico de pasajeros y Valencia, del decimocuarto al octavo.

- Y entre enero y junio, el tráfico general (incluye las aerolíneas tradicionales) en L'Altet y Manises fue el que más creció de los ocho primeros aeropuertos españoles: un 11,5% Alicante, y un 5,1% Valencia.

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