El uniforme escolar llegará con el otoño

El uniforme escolar deberá esperar al otoño. Los 14 colegios que se han sumado voluntariamente al plan piloto experimental de la Consejería de Educación para extender el uso del uniforme escolar aplicarán el programa "progresivamente", y no será hasta mediados de octubre cuando un total de 5.635 alumnos de 3 a 7 años matriculados en estos colegios públicos generalicen su uso, según informaron fuentes de la consejería.

"No ha dado tiempo, en la tienda los encargamos a finales de julio, así que aprovecharemos el cambio de temporada", explicaba ayer a primera hora de la mañana Elia Padilla, directora del CP Costa Blanca de la Playa San Juan de Alicante, donde un 80% de los padres votaron a favor de esta iniciativa que se empezará a visualizar a partir del 15 de octubre. María Ángeles, madre de Natalia, de 3 años, fue una de las pocas que ayer acudieron a su primer día de colegio con el chándal del curso pasado. "Es más cómodo el uniforme, así van todas iguales", admite junto a su hija. Kilian tiene cuatro años y es de los pocos que también luce chándal-uniforme. "Está bien, a él le gusta", comenta su padre, Andrés. El plan "es voluntario, no se obliga a nadie", recuerda la directora. En el colegio Las Habaneras de Torrevieja tampoco acudieron con uniforme. "Llegarán la próxima semana a la tienda", explicaron fuentes del colegio. Así que ayer el colegio Sanchis Yago de Castellón, donde acudió el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, fue el único donde los uniformes llegaron en tiempo y forma, y dos aulas. Albert García es uno de los padres de este colegio que está en contra. "Educativamente no aporta nada, y ¿qué derecho tienen a decirme cómo debo vestir a mi hijo?", se preguntaba. En el colegio Cervantes de Vila Real en Castellón tampoco los alumnos acudieron uniformados, y esperan a la temporada de otoño-invierno.

La consejería lanzó en mayo pasado este plan, algunos centros se sumaron y luego fueron los consejeros escolares los que aprobaron qué tipo de uniforme llevarían sus hijos y cómo. La ayuda fijada para los padres será de 20 euros por alumno, un 25% aproximadamente del presupuesto del uniforme, que oscila entre los 60 y los 180 euros.

En Valencia el uniforme tampoco se dejó ver. En el colegio público Marqués del Turia, situado detrás del hotel Westin, la AMPA espera tener listos los uniformes que les indicó la consejería (un equipo de verano y un equipo de invierno consistente en polo y pantalón largo o corto y suéter para los chicos; y el mismo polo y suéter, pero con falda corta, para las niñas) entre el 1 y el 15 de octubre. "El problema es que la casa a la que se lo encargamos, como lo hicimos un poco tarde, en julio, no ha podido tener listos los tallajes de las faldas", reconoce la directora del centro. En la otra punta de Valencia, el colegio Artista Fallero, en Benicalap, fue uno de los primeros que seleccionó la consejería para implantar el uniforme, ya que hay mucha población procedente de las oleadas de inmigración de los años cincuenta y sesenta y con escasos recursos económicos. "Sí, estábamos dentro del plan, pero al final lo consultamos con el claustro y los padres en el consejo escolar y decidimos no incorporarlo", explica Lucía Moreno, jefa de Estudios. En realidad, el equipo directivo confirma que había "diferencias de opinión" entre los padres, que consideraban que la implantación del uniforme encarecía la vuelta al cole innecesariamente.

"Ante la primera oferta de la consejería de subvencionar íntegramente el uniforme, dijimos que sí; pero necesitamos dinero para poder sufragar un uniforme que cuesta entre 150 y 200 euros. No es gratis, ni mucho menos", concluye. Educación dice que se trata de un plan piloto que se evaluará en función de su resultado dentro de un año para ver si se generaliza o no.