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La valenciana es la autonomía que más empleo destruye de España

Durante el primer trimestre se perdieron 50.500 puestos de trabajoLa industria ha destruido el 26% de empleos y los servicios, el 6,4%

Ignacio Zafra

La Comunidad Valenciana destruyó 50.500 puestos de trabajo en el primer trimestre del año, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer. El dato fue, de lejos, el peor de España: representó el 20% de todos los empleos perdidos en el conjunto del Estado entre enero y marzo, que se elevaron a 256.500. El desempleo, paralelamente, siguió aumentando. El trimestre se cerró con 24.000 parados valencianos más. El número total volvió a quedarse a las puertas de los 600.000 desempleados, un listón que no se alcanzaba desde el segundo trimestre de 2010. La tasa de paro en la comunidad autónoma se elevó al 24,12%.

La evolución de Castellón, que antes del inicio de la crisis ostentaba el cartel de provincia con menos desempleo de España, resultó especialmente negativa, y roza ya la tasa del 27% de paro, la más alta del territorio. Los sectores con mayor pérdida de puestos de trabajo fueron los de comercio-hostelería (en parte porque este año la Semana Santa ha caído en abril, dentro del segundo trimestre) y la construcción, el sector más castigado desde que estalló la crisis económica en 2008, que entre enero y marzo volvió a perder 16.000 empleos.

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Los tres primeros meses de 2011 dejaron a la valenciana como la sexta comunidad con mayor tasa de desempleo de España. El dato habría sido peor de no haber sido por la notable salida de trabajadores del mercado laboral: 26.000 personas que dejaron de tener empleo y que tampoco lo buscaban.

La Consejería de Economía, Hacienda y Empleo de la Generalitat y la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, atribuyeron ayer toda la responsabilidad al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en un reconocimiento de la escasa capacidad del Consell en la lucha contra el paro. Los partidos de la oposición y los sindicatos aprovecharon el discurso de la portavoz para arremeter contra Camps. "La Encuesta de Población Activa demuestra que el Gobierno valenciano no está haciendo sus deberes", dijo Carlos Vila, secretario de Organización de UGT-PV. "Estamos cerca de tres puntos por encima de la media estatal [en tasa de paro], con lo cual que nadie saque pecho ni eche responsabilidades para arriba porque estos datos son nuestros", agregó Paco Molina, secretario general de CC OO-PV.La Encuesta de Población Activa (EPA) conocida ayer confirmó varias cosas. La primera es que del rebote de empleo pronosticado en varias ocasiones por la Generalitat sigue sin haber noticia. La segunda, que la crisis financiera que desató la recesión mutó hace tiempo a una crisis de desempleo, la cual descansa a su vez en una crisis de modelo productivo. La larga etapa de crecimiento económico (de 1993 a 2007), en España en general y en la Comunidad Valenciana en particular tuvo como motor la construcción. En territorio valenciano alcanzó una cuota de peso económico y de masa laboral que los expertos consideraban especialmente desproporcionada. La EPA permite comprobar la dimensión de la caída que ha seguido al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. En el primer trimestre de 2011, el sector daba trabajo a 159.600 personas. Ello significa que desde que empezó la crisis ha perdido 168.700 empleos, el 51% de los 328.300 que llegó a tener.

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Ningún otro sector económico se acerca a ese descalabro laboral. La industria, por ejemplo, que arrastraba problemas anteriores y que también ha sufrido el reventón inmobiliario en aquellos subsectores que proveían a la construcción, ha perdido con la crisis un 26% de sus puestos de trabajo. Los servicios, un 6,4%. La agricultura, un 9,2%.

El asunto se antoja grave porque nada, ni el abultado stock de pisos sin vender ni la situación de las entidades financieras, permiten anticipar la recuperación del ladrillo; y porque ninguna otra actividad de la Comunidad Valenciana parece en condiciones de reabsorber las decenas de miles de parados que ha dejado la construcción.

Tampoco la reforma laboral que entró en vigor a finales del año pasado parece haber dado frutos en la reducción de la precariedad. En el arranque del año, los contratos indefinidos no superaron el 12% del total en la Comunidad Valenciana. El resto (88%) fueron temporales, según informó Comisiones Obreras. La tasa de paro entre los menores de 25 años se elevó al 50,9%.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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