5.000 ourensanos se manifiestan contra el anunciado cierre del Hospital de Piñor
"La demagogia tiene las piernas cortas y un corto recorrido", sentenció el 1 de octubre de 2010 Rosendo Fernández, parlamentario y candidato del PP a la alcaldía de Ourense. Ese día se reabría, tras estar los meses de verano cerrado "para obras de mejora", el Hospital de Piñor, a cuatro kilómetros de la ciudad, dotado con 90 camas y habitaciones adaptadas para ancianos y enfermos con discapacidad, tras el aviso del PSOE de que la directora provincial del Sergas, Eloína Núñez, pretendía cerrarlo.
Fernández cargó entonces contra los socialistas y los tildó de demagogos. Ayer, seis meses después, 5.000 ourensanos -8.000, según los convocantes- se echaron a la calle clamando contra el cierre del Piñor anunciado a comienzos de año por la directora del Sergas para trasladar el pisquiátrico de Toén a sus instalaciones. "Piñor no es la solución de Toén", corearon los manifestantes convocados por la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública, que ve en el cierre del hospital solo un síntoma del "despropósito" de la gestión de Núñez, que insiste en centralizar la medicina interna hospitalaria "para mejorar la calidad asistencial".
