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55.000 gallegos tendrán que pagar una conexión de satélite para ver la tele

La Xunta renuncia a financiar la instalación, que cuesta un mínimo de 200 euros

Las zonas a las que la señal de la Televisión Digital Terrestre (TDT) no llegue tras el apagón analógico, las llamadas áreas en sombra, tendrán que recurrir al satélite para ver la televisión. Aunque todavía no se sabe a cuánta gente puede afectar, los primeros cálculos teóricos que realizan desde la oficina técnica de la TDT en Galicia y que "se ajustan bastante a la realidad" cifran en menos de un 2% las personas que quedarán en zonas de sombra. En cifras, más de 55.000 afectados, que, en su mayoría, ya no recibían con buena calidad la televisión analógica.

Para poder ver la TDT más allá de la fecha límite del 3 de abril, tendrán que afrontar una instalación de entre 200 y 300 euros para los casos más básicos frente a los 30 euros que, como mínimo, tienen que desembolsar los que reciban en sus casas la TDT normal. La Xunta no se hace cargo de este mayor gasto que tendrán que hacer 55.000 gallegos. En las conversaciones que la Xunta mantiene cada poco tiempo con los ayuntamientos para informarles de la implantación de la TDT, el Gobierno gallego les ha trasladado a los alcaldes la posibilidad de subvencionar la instalación en ciertos casos, como los de dependientes mayores de 65 años o personas que no tengan unos ingresos mínimos, aunque aún no se ha concretado la propuesta. El ministerio de Industria reparte de forma gratuita a ciertos colectivos en riesgo de exclusión receptores para TDT normal, pero no están incluidos los de satélite. En Andalucía, por ejemplo, es el Gobierno autonómico quien paga la factura de las instalaciones para recibir la señal por satélite en las zonas de sombra. En este sentido, el PSdeG presentará en el Parlamento una Proposición No de Ley instando a la Xunta a que "garantice" el acceso de toda la población a la TDT y abra una línea de ayudas para que los afectados por zonas en sombra accedan "en igualdad de condiciones" al resto de la población.

Por el momento, no se sabe qué zonas se quedarán fuera de cobertura

Por el momento, no se sabe qué zonas se quedarán fuera de cobertura. Los valles de población muy dispersa y con muchos árboles son los candidatos ideales para tener problemas de recepción insuficiente, pero los técnicos avisan de que estas zonas de sombra "se pueden producir y se están produciendo" también en las grandes ciudades. Eso sí, son "casos peculiares" en los que, por ejemplo, una vivienda unifamiliar queda tapada por bloques de edificios.

Como no se conoce qué áreas tendrán que recurrir al satélite, no se están informando a los afectados desde la Xunta. Pero en la oficina de la TDT últimamente se están recibiendo "muchas llamadas" de ciudadanos que están dentro de la fase I y la fase II de apagón analógico -los que comenzarán a tener sólo TDT en un mes y que será todo el territorio excepto las zonas de Domaio y Páramo, que equivale más o menos a las provincias de Lugo y Pontevedra- y que no reciben la señal de TDT. También técnicos de los ayuntamientos y alcaldes llaman para preocuparse por cuál será la situación de sus vecinos y hacer la labor de información. En municipios de, por ejemplo, la montaña lucense como Nogueira de Muñiz o Folgoso do Courel, aún no tienen datos oficiales pero son conscientes que, por orografía y los problemas que ya tenía para sintonizar la televisión analógica, van a tener alguna zona sin cobertura.

Hoy por hoy, Folgoso tiene casi un 50% de cobertura, mientras que Nogueira está a un 11%. En porcentaje bajo, también en Lugo, está O Vicedo, con casi un 16%. Sin embargo, en la mayoría de los ayuntamientos hay más de un 80% de cobertura, incluso algunos están al 100%. La Secretaría Xeral de Medios de la Xunta asegura que todos los municipios "podrán tener cobertura de TDT antes del 31 de diciembre".

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El gasto se multiplica

Para ver la TDT es necesario adaptar la antena, que normalmente hace la comunidad, y comprar un sintonizador cuyo precio varía entre 30 y 100 euros. Pero en una zona en sombra, a donde no llega la señal, la instalación se complica un poco. Aunque los distribuidores oficiales se hacen cargo de todo el proceso -es necesario un permiso especial de la compañía Abertis que da la señal de satélite-, el precio aumenta. La instalación básica, que incluye la antena parabólica, el receptor de satélite, el cableado y la mano de obra cuesta entre 200 y 300 euros más IVA. Con la opción de un amplificador de señal, el precio sube casi 100 euros más.

El descodificador para la recepción por satélite es más caro que uno normal ya que su precio varía entre los 100 y los 200 euros. Pero como en el caso de la TDT, es necesario uno por cada televisor, a no ser que el usuario se conforme con ver el mismo canal simultáneamente en todas las televisiones, por lo que el gasto se multiplica.

El precio para conseguir una recepción de la TDT por satélite depende de las características de la instalación por lo que los técnicos advierten de que los presupuestos se pueden elevar hasta los 2.000 euros. El listado de distribuidores oficiales se puede encontrar en la web www.sattdt.com.

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