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Reportaje:

Alumnos sin profesor que les enseñe

Los sindicatos denuncian retrasos en las coberturas de las bajas

Pablo Linde

Alumnos del Conservatorio Profesional de Música Manuel Quiroga de Pontevedra llevan un mes sin profesor de violoncello; los del IES O Ribeiro, de Ribadavia, dos semanas sin el de religión; los del Francisco Aguiar, de Betanzos, 10 sin clases de Geografía e Historia. Son bajas que tardan en cubrirse más de lo que deberían y que dejan a los estudiantes descolgados en las materias afectadas.

Los sindicatos de la enseñanza llevan tiempo denunciando que la Consellería de Educación se hace la remolona a la hora de cubrir las bajas, supuestamente para ahorrar en personal. Y no son pocos los profesores que tienen que faltar al trabajo. En el primer mes de curso la Xunta registró 1.800 casos.

Educación, sin embargo, defiende que cumple con el protocolo establecido para cubrir las bajas, que es "el mismo que utilizaron los anteriores Gobiernos de la Xunta de Galicia y que en este momento está considerado uno de los más ágiles del Estado".

El sistema funciona así: si la baja del profesor es menor de 15 días, los alumnos no tendrán sustituto. Estas ni se cubren ni se pretende. De lo contrario, una vez que el docente da a conocer su ausencia, la consellería activa el proceso y llama a los profesionales que están en la lista de espera que tengan un perfil acorde con la plaza vacante. "Así, las bajas siempre son cubiertas con celeridad, dentro de los parámetros establecidos y sin perjuicio para los estudiantes", asegura Educación.

Pero los sindicatos no opinan que este método sea tan eficaz. Para empezar, se quejan de estos 15 días, que les parecen demasiados. "Antes eran las vacantes de menos de 10 jornadas las que no se cubrían. Esto se subió", explica Anxo Louzao, portavoz del sindicato CIG. José Ángel Suárez Alonso, presidente de la Asociación de Directores de Institutos de Secundaria de Galicia, coincide en señalar que 15 días son muchos para que la consellería no actúe: "Diez días sería razonable. Habría que acortar plazos, porque aunque hay que dejar unas jornadas para que el candidato a cubrir la plaza responda, hoy por hoy, con los teléfonos móviles se localiza rápido a la persona".

Más allá de que el plazo mínimo para llamar a un sustituto sea o no demasiado, los sindicatos coinciden en señalar que Educación hace trampa. Julio Díaz, de ANPE, señala que en ocasiones, bajas de más de 15 días se cuelgan en el sistema cuando a los profesores les queda menos de ese tiempo para reincorporarse, de forma que ya no las cubren. "Se está cargando a los centros un trabajo extra cuando hay muchísima gente en el paro a la que le vendría bien ocupar esas vacantes. Presentamos un escrito en la consellería para pedir que se agilicen los trámites", añade Díaz.

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Louzao cree que "el problema es un criterio de ahorro que es inconcebible desde el punto de vista pedagógico". "Afecta al alumnado, que tiene que estar 15 días o más sin profesorado de su especialidad y supone un quebranto para la organización del centro. Esta actitud de la Xunta supone un deterioro de la enseñanza y del derecho a educación", mantiene el portavoz del sindicato mayoritario.

Pero, ¿qué hacen los niños cuando su profesor está de baja? Suelen estar atendidos por un docente de guardia, pero no avanzan en las materias del profesor ausente. Tampoco es raro que en un centro haya más de una baja al mismo tiempo, según José Ángel Suárez.

Educación sostiene que cuando la vacante es en una clase unitaria, en la que el profesor imparte la mayoría de las materias, se intenta cubrir en primer lugar. "Es una situación completamente diferente, ya que sin maestro no pueden asistir a clase", señala la consellería.

"Cabe destacar que se pueden dar casos excepcionales en los que no aparezcan profesores que acepten la sustitución que se les ofrece (porque no esté en el área demandada por el docente o porque no le interesa en ese momento) y por lo tanto no se cubra la baja por terminar la lista de posibles sustitutos. Entonces, se abre una convocatoria pública, situación muy extrema hasta la que normalmente no se llega", continúa Educación.

También admite que hay especialidades en las que es más difícil de lo habitual encontrar un profesor sustituto. "Esto acontece, por ejemplo, en aquellas relativas a enseñanzas musicales, como sucedió recientemente con un profesor de violoncellos cuya baja sólo podía ser cubierta por otro de la misma especialidad, ya que en este caso no vale un docente de solfeo, violín o cualquier otra enseñanza relacionada".

La baja del profesor de violoncello, del Conservatorio de Pontevedra, es una de las 33 que el pasado viernes había sin cubrir en toda Galicia. No obstante, esta lista publicada en la página web de la consellería (www.edu.xunta.es) fluctúa constantemente y en la misma semana pasada, llegó a haber algún día más de 50 vacantes sin cubrir. Y estas solo son las que tienen una previsión de más de 15 días. El resto, que son la mayoría, no llegan a ese sistema.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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