Arte a golpe de aguja y dedal
Jóvenes diseñadores vuelven al trabajo artesanal en talleres de costura
Un poemario de Lois Pereiro y un disco de Amália Rodrigues comparten estantería con varias decenas de cajas de botones, todos de color rojo en varios tonos, en la sala que emplea el diseñador Gonzalo Vázquez (Vilaboa, 1983) para las pruebas de vestuario de sus clientes y en la que pronto tendrá que hacer sitio para una de sus creaciones más celebradas. La pieza Desexo intransitivo, seleccionada en el certamen Novos Valores 2010 del Museo de Pontevedra, vuelve a casa después de participar en varias exposiciones, con las 5.000 cuchillas de afeitar con las que está confeccionada intactas.
No solo la moda y la escultura se mezclan en este modisto y licenciado en Filología gallega, con estudios en literatura comparada en la Universidade de Santiago y de performance y artes visuales en la Accademia Albertina de Bellas Artes de Turín, que ha trabajado en estudios de confección en Oporto y Barcelona, profesor visitante de sastrería teatral en la Universidad de Urbino y recién instalado en la capital de Galicia. En un piso de la Vía Sacra compostelana, Vázquez acaba de abrir al público su atelier, espacio de trabajo y exposición propio, convertido en una combinación de taller artesanal y cenáculo de artistas. "El trabajo de una costurera como María Miramontes fue decisivo para la cultura gallega", recuerda. "Con su sueldo alimentó económicamente iniciativas como Irmandades da Fala y las editoriales Lar y Nós, aunque sea su marido, Ánxel Casal, quien tenga una biblioteca con su nombre".
Gonzalo Vázquez mezcla moda y escultura e imparte cursos universitarios
La obra de Jose Castro es chocante hasta para los grandes almacenes
En otra estancia están las máquinas de coser, la tabla de la plancha y el ordenador portátil. Junto a la ventana, un maniquí luce el conjunto de dos piezas diseñado para la cantante y escritora Ugia Pedreira, a propósito de la actuación de su banda, Marful, en la feria internacional de músicas del mundo Womex, celebrado en Sevilla 2007. Era la primera vez que se presentaba un grupo gallego en el certamen y Vázquez preparó para la artista, musa, amiga y viceversa, una deconstrucción particular del traje tradicional en el que estampó una de sus firmas: "Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo". Para Pedreira son algunas de sus mejores creaciones, como las dos versiones de un buzo, "lícito en un Nautilus reapropiado para una Venus contemporánea en viaje subacuático", o un vestido palabra de honor en raso azul y coronado por mejillones de la Ría de Arousa y cristales de Swarovski, "que recuerdan a los brillos del mar". Es costumbre de la casa acompañar cada diseño con un texto en el que el modisto desvela la naturaleza de sus puntadas, como fueron Baudelaire y el poeta rianxeiro Gonzalo Hermo en el caso de XXL Bohemia, presentado el verano pasado en el Museo do Pobo Galego, dentro del Mercado Atlántico de Creación.
La indumentaria escénica es su pasión. Otras cantantes como Uxía Senlle y Guadi Galego lo eligieron en varias ocasiones y también vistió el espectáculo de cabaret O negro vai con todo, de Pepa e Davide & Madamme Cell. "En Galicia hay creatividad pero todavía falta ese punto de espectacularidad; vestirse para el escenario es tan importante como la luz y el sonido". Y, aunque no cree en la sobreproducción, acaba de dar otro paso en su aventura empresarial con una colección reducida de prêt-à-porter escrita, cortada, cosida y planchada en su taller.
No es imposible. La ropa de Jose Castro (A Cañiza, 1971) ha viajado desde su atelier barcelonés a los centros de Vigo y A Coruña de El Corte Inglés. Claro que estas primeras 16 prendas del modisto gallego, ganador en 2000 de premio Tesoira, promovido por la Xunta, llegan avaladas por su trabajo para marcas como Desigual, desfiles en París y Madrid, títulos como el de miembro de la Federación Francesa de Costura, junto con Balenciaga y Paco Rabanne, y la imagen de la actriz Sarah Jessica Parker luciendo sus vaqueros en la serie Sexo en Nueva York.
Su modo de trabajo "a la antigua usanza", como lo define, es chocante hasta para los directivos de los grandes almacenes: "Es su personalidad lo que nos atrae, porque cubre un segmento que no teníamos", reconoció ayer en Vigo el director regional de El Corte Inglés, Ricardo Cabrera, durante la presentación a los medios de comunicación de la colección de Castro. Orgulloso de su gallego con gheada y acento catalán, Castro se acordó de lo difícil que es empezar: "Hay que ayudar a los consolidados y a los demás, pero eso no consiste en dar dinero, sino oportunidades reales como esta".
