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El Ayuntamiento de Xove amontona tierra junto a un castro inventariado

El alcalde admite que no pidió permiso a Patrimonio para volcar allí los camiones

Los técnicos de la Consellería de Cultura viajarán hoy hasta el lugar para evaluar in situ la "agresión" denunciada. Mariña Patrimonio y el colectivo ecologista Adega informaron el pasado viernes al Seprona y a la Xunta de que el castro catalogado de Sumoas, en Xove, apareció sepultado por una gran cantidad de tierra. Pero ni los denunciantes, ni tampoco la Dirección Xeral de Patrimonio sabían ayer que el autor del vertido era el propio Ayuntamiento.

Así lo confirmó a este periódico el alcalde, Demetrio Salgueiro (PP), que explicó que el terreno es de propiedad municipal, adquirido recientemente, y que el Gobierno local planea construir allí una "zona de esparcimiento". Para su descargo, el alcalde defiende que la parcela sobre la que ordenó volcar un número no concretado de camiones es edificable, y el Ayuntamiento la ha comprado precisamente para evitar que se edifique.

Según el regidor, el terreno es edificable y de esta forma lo protegen

Salgueiro, además, considera que los movimientos de "tierra vegetal" realizados "no son una agresión ni resultan nada impactantes", porque se arrojó esta capa justamente para regenerar y nivelar el terreno. Por último, asegura que la actuación no afecta al antiguo poblado "sin excavar", sino a una finca colindante, "fuera de los muros de lo que se supone que es el castro". Para ello, el Ayuntamiento tuvo en cuenta una documentación que delimita el yacimiento y, según la cual, el asentamiento ocuparía únicamente la parte más alta, el lugar donde siglos después se construyeron la iglesia, el palco de la música, un par de viviendas y una pista asfaltada que, comenta el regidor de Xove, nunca nadie denunció.

Salgueiro, no obstante, admite que no pidió permiso a Patrimonio para estas obras. "Ahora consultaremos con la Xunta si efectivamente había que pedir permiso", dice, "y para la actuación que vamos a llevar a cabo en adelante [la instalación de un área recreativa] sí que lo vamos a pedir".

Manuel Miranda, portavoz de Mariña Patrimonio, asegura, en cambio, que la obra se realizó "encima del castro inventariado, en una parte considerada antecastro". Además, afirma que, aunque no fuese así, que "lo es", "la ley obliga a pedir licencia a Patrimonio siempre que se actúe en el perímetro de protección de 200 metros". Miranda añade que, sobre aquel montículo, además del castro, algunos investigadores defienden que hubo un convento en el siglo X, y que esta circunstancia todavía aporta más valor histórico al terreno.

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La Consellería de Cultura informó ayer por la tarde de que el mismo viernes, cuando tuvo constancia de los hechos, Patrimonio "abrió una investigación". Se recabó toda la información referida a ese castro inventariado y mañana se medirá el alcance de las obras. En caso de que el Ayuntamiento haya tocado la zona protegida, tendrá que restituir la situación anterior y deberá pagar una multa.

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