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Elecciones municipales

El BNG acusa en Ferrol a PP y PSOE de ser los "sepultureros de la economía gallega"

No hay candidato que pase por Ferrol que no haga del veto a Astano el eje argumental de sus propuestas para el sector naval. Para el BNG, la situación del astillero fenés también es el mejor ejemplo de la "marginación política" de la ría a manos de PSOE y PP, a los que Guillerme Vázquez acusó ayer de ser "los sepultureros de la economía gallega".

"Nos decían que no éramos modernos, que no era moderno defender el naval, la pesca o la agricultura", ironizó el nacionalista, antes de enumerar las "ventajas" de la proliferación de modernos complejos comerciales por la geografía gallega, particularmente en A Coruña. Vázquez destacó que consiguen "expatriar beneficios, destruir empleo y degradar el casco histórico". "Y todo al mismo tiempo, que no es fácil", comentó con sorna.

El portavoz del Bloque recaló por la mañana en la ciudad naval para reunirse en un hotel con una veintena de delegados de la industria auxiliar de los astilleros y repetir argumentos contra un veto europeo "absolutamente injusto" que cercena las capacidades de los diques de Fene para armar buques civiles. Lo hizo justo un día antes de que los comités de Navantia Ferrol y Fene se echen hoy a la calle para reclamar carga de trabajo.

Flanqueado por el candidato ferrolano, Xoán Xosé Pita, el portavoz nacionalista pintó un panorama "desastroso" a partir del 22 de mayo, con "una andanada de recortes sociales" de la mano de socialistas y populares. "La resignación es lo que hará que ellos [PP y PSOE] sigan ganando", dijo Vázquez, agitando el fantasma de la abstención para movilizar al electorado. "Haremos políticas para las personas, no para la banca", se comprometió.

Al BNG todavía le queda mucho camino por andar para recobrar el peso político que exhibían en Ferrol hace una década. En los últimos 12 años han perdido 7.929 votos. De gobernar con Xaime Bello y otros siete ediles en 1999 pasaron a liderar la oposición con seis bajo mandato popular en 2003. El gran descalabro llegó en los comicios del 2007, que los condenó a ser la quinta fuerza, con dos ediles y 3.219 votos. Su postura cómplice en la ubicación de Reganosa en el interior de la ría les pasó factura e Izquierda Unida fue quien mejor lo rentabilizó. Por cortesía política, el alcalde socialista, Vicente Irisarri, los invitó a formar un Gobierno tripartito pero declinaron la oferta y se quedaron en la oposición, con un papel muy discreto.

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