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Entrevista:ANXO QUINTANA | Vicepresidente de la Xunta

"El BNG es la mejor y casi única defensa de Galicia en el Estado"

El vicepresidente Anxo Quintana (Allariz, 1959) está convencido de la continuidad del bipartito "porque no va a haber mayorías absolutas y el PSOE y el BNG han demostrado que pueden llegar a acuerdos". Lo que lamenta es que haya alcaldes socialistas que "se sumen a una estrategia claramente programada por el PP" contra las políticas sociales que él encabeza.

Pregunta. El BNG ha empezado la campaña sin ataques a los rivales. ¿Es una estrategia?

Respuesta. Es un estilo. El BNG tiene un estilo propio de hacer política que es muy diferente al del PP y al del PSOE. Para nosotros es fundamental que se hable de los problemas de Galicia y de las soluciones que se aportan. Y nos vamos a esforzar para que la campaña sirva para eso.

"Nos gustaría que continuara nuestra colaboración con el partido socialista"
"El gravísimo error de la estrategia del PP es que sus votos son inútiles"
"El BNG quiere decidir en la política estatal, pero no sólo para pedir cosas para Galicia"
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"Kosovo deja muchas dudas sobre los motivos y los padrinos de tal independencia"

P. ¿No está previsto entrar en el cuerpo a cuerpo?

R. Creo que la mejor manera de descalificar a un adversario es con propuestas positivas que sólo nosotros podamos hacer y que el rival no esté en condiciones de igualarlas. El BNG es el único capaz de hablar de la defensa de los intereses de Galicia sin ataduras en Madrid. Reafirmando nuestro estilo hacemos una enmienda a la totalidad a las propuestas de PP y PSOE.

P. ¿Qué espera de estas elecciones?

R. Estoy convencido de que vamos a cumplir nuestros objetivos: aumentar en votos y que nuestra representación en un escenario sin mayorías absolutas sea determinante en Madrid.

P. ¿Usted se ha decantado por un apoyo al Gobierno de Zapatero con un precio a favor de Galicia, pero estaría abierto a pactos si vence el PP?

R. El BNG no tiene vocación de complemento de ninguna fuerza política. Pedimos el apoyo de los ciudadanos para ser la representación del orgullo y de la dignidad de ser gallegos. El BNG actuará responsablemente para completar mayorías parlamentarias y para que haya gobiernos estables. Y nuestras posibilidades de pacto están cifradas en las propuestas, en los programas y en el respeto a Galicia.

P. O sea, no excluye nada.

R. Excluyo lo que hoy no es posible. No tenemos ningún apriorismo contra el PP, pero las propuestas que hace imposibilitan un acuerdo con el BNG. No estamos dispuestos a dar un cheque en blanco a nadie. Tenemos una historia reciente de colaboración con el partido socialista, que nos gustaría que continuara, pero para eso el presidente Zapatero sabe que tiene que colocar a Galicia en el debate y tener en cuenta sus intereses.

P. ¿Estas elecciones generales no van a ser también un examen al bipartito?

R. En todas las elecciones las fuerzas políticas y sus responsables nos sometemos al test de los ciudadanos. El BNG está haciendo una importantísima labor de transformación desde la Xunta y creemos que estas elecciones tienen que ser el segundo paso para que el proceso tenga su punta de lanza en Madrid. Para seguir apoyando la economía productiva, la innovación de la industria, la internacionalización de nuestra cultura, para estructurar y hacer más productivo el medio rural, para una política de vivienda social y para consolidar el sistema gallego de bienestar, nos hace falta capacidad de decisión en Madrid.

P. Tras el 9 de marzo se abrirá la larga campaña de las autonómicas y ahí se juegan más. ¿Según sea el resultado ahora, contemplan un adelanto electoral?

R. El PP y el PSOE cometen constantemente el error de definir sus prioridades para Galicia en base a lo que les interesa en la estrategia estatal. Para el BNG es justamente lo contrario. Estamos convencidos de que Galicia tiene sus propios ritmos y de que no existen razones políticas y sociales para un adelanto electoral. Queremos agotar la legislatura para completar esta primera fase del cambio que estamos poniendo en marcha.

P. ¿Qué tareas más urgentes tiene el Gobierno bipartito para que cristalice el cambio?

R. En los dos años y medio que llevamos hemos construido instrumentos para hacer posible ese cambio. Ya tenemos una ley del Banco de Terras, están en marcha las unidades de gestión forestal, acabamos de crear la Axencia de Industrias Culturais, hay un nuevo decreto de regulación de la energía eólica, hemos creado el consorcio gallego para los servicios de Igualdade e Benestar y hemos aprobado las leyes para la modernización y la promoción de la vivienda pública. Y ahora tenemos lo que resta de legislatura para utilizar esos instrumentos. Después de 40 años de gobierno de un mismo signo y en una sola dirección esto es un grandísimo avance.

P. Pero, incluso desde sus bases, salen voces sobre el cambio lento o el cambio difuso... ¿No han sido capaces de trasladar el mensaje o es que se impone gobernar con prudencia?

R. Pienso que hay una mayoría social satisfecha con el avance realizado y así nos lo transmiten todos los días. Pero también hay otro porcentaje que pide más, y me parece bien porque en esta vida hay que ser ambiciosos. Las críticas tienen que ser oídas con atención, siempre ayudan a mejorar y son un acicate para trabajar más.

P. Existe un cierto retraso de medidas anunciadas. ¿Obedece a que existen diferencias en la coalición?

R. En mi opinión, el bipartito funciona correctamente. Somos dos fuerzas políticas diferentes, pero con responsabilidad para saber que tenemos que cumplir el programa de gobierno que pactamos. Lo que sí me sorprende es que haya responsables del partido socialista en el ámbito local que hayan mostrado una oposición tan fuerte a cambios transformadores que el BNG está poniendo en marcha. Me extraña que haya responsables locales que se sumen a una estrategia claramente programada por el PP y que no va sólo en contra del BNG, sino también en contra del programa del Gobierno gallego.

P. ¿Qué siente usted que ha sido vicepresidente de la federación de municipios ante la contestación de los alcaldes?

R. Conozco bastante bien el mundo municipal, a los alcaldes y a las alcaldesas. Fui uno de ellos y, por lo tanto, sé que lo peor que se puede decir en este momento de la organización municipalista es que no creo que represente el sentir mayoritario. Lo que más me preocupa es que, cuando por primera vez se está poniendo en marcha en Galicia un cambio transformador en materia de servicios sociales y vivienda, haya responsables locales que en vez de sumarse a esta marea intenten ponerle puertas al campo. Es una grave equivocación, pero intentaremos resolverla con diálogo y buscando acuerdos.

P. Una de las paradojas que sufre el bipartito es la contestación social en temas medioambientales, cuando una de las banderas de este Gobierno es la protección del territorio tras la catástrofe del Prestige.

R. Los procesos del deterioro del territorio no se producen nunca en 24 meses y aquí llevábamos como mínimo 40 años deteriorando el territorio. Tengo la satisfacción de poder hablar de esto con cierto aval. En mi trayectoria política he demostrado que es posible respetar el territorio y provocar desarrollo económico, pero hicieron falta 10 anos en la alcaldía de Allariz para hacer ese cambio que ahora todo el mundo aplaude. Un cambio así no se puede hacer en dos años y medio. Yo aspiro a que el Gobierno gallego pueda hacer en materia de ordenación del territorio lo que antes otros hicimos en Allariz, por ejemplo. Es una cuestión de tener objetivos, proyectos, tiempo y un poquito de paciencia.

P. Un punto de choque es el plan de piscifactorías, por los enclaves de algunas plantas.

R. No reduciría el problema a diferencias entre PSOE y BNG. Hay alcaldes socialistas que han manifestado su posición crítica a algunos puntos del plan. La Consellería de Pesca está haciendo un esfuerzo para que Galicia pueda aprovechar un recurso al que no podemos renunciar y al mismo tiempo hacerlo con respeto al medioambiente y al patrimonio cultural. Puede haber diferencias, pero trabajamos para que haya un buen plan acuícola que será positivo para Galicia.

P. ¿Está convencido de que el bipartito va a repetir?

R. Toda fuerza política, incluido el BNG, tiene derecho a aspirar a ser la fuerza hegemónica y nosotros esperamos a serlo para poder llevar a cabo nuestro proyecto político. Pero creo que la fórmula de gobierno posible en este momento es la que está en vigor. Va a ser así por un tiempo y pienso que es positivo.

P. Eso implica que están seguros del triunfo.

R. Lo que está asegurado es que en mucho tiempo no va a haber mayorías absolutas en Galicia y, por tanto, las fuerzas políticas con capacidad de llegar a acuerdos tienen una enorme ventaja. El PSOE y el BNG son muy diferentes, pero han demostrado que pueden llegar a acuerdos y el gravísimo problema del PP es que sus líderes no son capaces de ponerse de acuerdo con nadie y sus votos son inútiles porque no les servirán para gobernar. Sucedió en las elecciones autonómicas y en las municipales, y les seguirá pasando.

P. Su mensaje más repetido es acabar en Madrid con la invisibilidad de Galicia...

R. Ya ha cambiado en parte gracias a la acción política del BNG. Por parte del Estado no hay ningún interés en que Galicia tenga presencia política. Y por parte del PP y del PSOE de Galicia aún menos. Aquí ni siquiera se da el caso de un partido socialista que juegue el papel del PSC en Cataluña, ni de un PP que pueda jugar el papel de UPN en Navarra.

P. ¿Qué es lo más importante de su pacto con Zapatero?

R. Más que las transferencias conseguidas o el pago de la deuda histórica en materia social, para mí lo más valioso fue el ejercicio de autoestima que esa negociación supuso para miles y miles de gallegos que soñaron toda la vida con que Galicia jugara en el Estado el mismo papel que Euskadi o Cataluña y vieron cumplido su sueño

P. ¿Se refiere a visualizar que el presidente del Gobierno habla de igual a igual con un líder nacionalista?

R. Sobretodo, a que el presidente tiene que colocar a Galicia en el primer plano del debate y respetar a nuestro país.

P. ¿Cuál es el peso en el Estado que debe tener Galicia?

R. En Galicia hay una cierta envidia del papel jugado tradicionalmente por Euskadi o Cataluña. Y para ser tan determinante como ellos el papel que debe jugar el nacionalismo es más importante en Galicia. No tenemos ni el peso económico ni la población suficiente para ser tan importantes como son ellos. La única defensa con que cuenta Galicia es su representación política democrática, y por eso el nacionalismo es más decisivo para la defensa de los intereses de Galicia de lo que lo es en Euskadi y Cataluña. El BNG es la mejor y casi única defensa de Galicia en el Estado.

P. Dicho así, sería la única vía para ganar peso específico.

R. Eso es. Pero hay una segunda cuestión y es que el BNG quiere decidir en la política estatal, pero no sólo para pedir cosas para Galicia, sino para conformar una política que consideramos positiva para el conjunto de los ciudadanos. Tenemos una política laboral propia a favor de los intereses de los trabajadores y una política social que apoya los derechos individuales y los de carácter universal. Hemos apoyado todas las políticas progresistas aprobadas en los últimos cuatro años y en política internacional estamos siempre a favor de la paz y de la coexistencia pacífica entre las naciones.

P. Han conocido la experiencia de gobernar y aspiran a prolongarla. Para ello, ¿el BNG necesita transformarse?

R. De las tres fuerzas políticas que hay en Galicia, la que más ha evolucionado, la que está más atenta a las reclamaciones de los ciudadanos y se las ha aplicado a sí mismo en los últimos años en Galicia es el BNG con muchísima diferencia.

P. La pregunta es si el BNG necesita adaptarse a ser una fuerza que gobierna.

R. No. El nacionalismo tiene su plasmación práctica en cada país, igual que los socialismos no son iguales ni las tendencias conservadoras son las mismas. El nacionalismo gallego tiene su propia esencia. Siempre fue un proyecto progresista, transformador, dirigido a las mayorías sociales, no a las elites, un proyecto antiimperialista, eso es el nacionalismo gallego.

P. ¿No necesita siquiera actualizar sus estatutos?

R. No es la prioridad. Ni creo que sea algo urgente, ni está en la agenda política. El BNG lo que está haciendo es un inmenso trabajo de praxis política para adaptar sus principios programáticos básicos a la realidad de la sociedad gallega.

P. ¿Qué opina de la independencia de Kosovo?

R. Hay que diferenciar dos cosas. Lo primero es el derecho de toda nación a ser reconocida e incluso a constituirse en Estado y eso todo nacionalista lo apoya y todo demócrata debería verlo con respeto. Otra cosa es el proceso de los últimos años que ha vivido Kosovo, que yo no lo querría para Galicia ni de lejos. Kosovo llega a la independencia por una vía que en términos abstractos podríamos aplaudir, en el sentido de que es una nación reconocida, pero deja muchas dudas sobre los motivos y los padrinos de tal independencia.

Anxo Quintana.
Anxo Quintana.ANXO IGLESIAS

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