_
_
_
_
_
Elecciones municipales

El BNG se queda a medias aunque cumple en transparencia

Pablo Linde

El programa marco del Bloque para las elecciones municipales de 2007 estaba salpicado de compromisos para colaborar con las áreas que los nacionalistas gestionaban en el Gobierno bipartito de la Xunta, que solo les duró un año. Por lo demás, el del BNG era un programa lleno de generalidades como "fomentar el asociacionismo cultural" con los rasgos sociales y lingüísticos que caracterizan a la formación nacionalista.

Cuando las promesas se llevan al terreno de lo concreto, no siempre se cumplen. En el compromiso de ahondar en el autogobierno, el Bloque pretendía a través de los ayuntamientos desarrollar un nuevo mapa administrativo gallego "sustentado en los municipios, las parroquias, las comarcas y las áreas metropolitanas". Una de las concreciones de esta idea era el reconocimiento de la "parroquia rural como unidad de organización y de participación en el ámbito local". Una quimera. En Pontevedra, el mayor de los municipios gobernado por los nacionalistas, esta promesa de hace cuatro años se ha pospuesto para el próximo mandato. En Carballo, el segundo, tampoco se ha hecho por la "complejidad del reglamento", según explica su alcalde, Evencio Ferrero. Aquí se han sustituido por un reglamento de participación municipal.

Lengua y transparencia

Los compromisos relativos al gallego, como crear una concejalía de normalización lingüística sí se dan en ambos municipios, pero no en Boiro, por ejemplo, que no tiene uno especialmente dedicado a ello. En Carballo no se creó una ordenanza para el uso del idioma en el consistorio, tal y como recoge el programa marco. Esto responde, según el alcalde, a que no es necesario porque ya se realizan todos los trámites y la comunicación entre grupos en la lengua propia de Galicia.

Otro de los puntos clave del programa marco de los nacionalistas para las pasadas municipales era el bienestar social. Aunque los Ayuntamientos tienen concejalías dedicadas a esta área, no hay ni rastro, por ejemplo, del Consello Municipal de Saúde, que pretendía "estimular la participación de la comunidad en el diseño y puesta en práctica de planes de promoción de la salud y las enfermedades".

En lo que sí cumplen los nacionalistas es en su compromiso con la transparencia y las buenas prácticas políticas. Aunque han tenido en estos años algún imputado, son con mucha diferencia la formación menos salpicada por la corrupción.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_