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Baltar repartió contratos a dedo a la empresa familiar de Miranda

Las adjudicaciones se frenaron tras el conflicto del barón con el 'número tres' del PP

El presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, ha mantenido una intensa relación comercial con la empresa familiar del portavoz del PP gallego y candidato a la alcaldía de Allariz, Antonio Rodríguez Miranda. Baltar ha adjudicado, sin convocar concurso público, desde 2000 y hasta 2010, a la empresa del padre del número tres del PP gallego, compras de material agrícola por importe de miles de euros. La relación económica entre la Diputación y la empresa de la familia del portavoz de los populares es una radiografía de la confianza política que en los últimos años ha oscilado entre Baltar y Miranda.

Mientras el concejal y portavoz del PP de Allariz -nacido a la política bajo la protección de Baltar- mantuvo su fidelidad al barón ourensano, las compras a la empresa paterna fueron en aumento. A medida que Miranda comenzó a distanciarse del presidente provincial y a alinearse en el sector de Feijóo, hasta situarse en su núcleo duro, el volumen de las adjudicaciones de la Diputación a la empresa paterna fue decreciendo.

La Diputación ha estado 10 años comprando material agrícola a la firma

En 2000, Comercial Pardavedra, de la que figura como titular Antonio Rodríguez Piñeiro -padre de Rodríguez Miranda- recibió a dedo adjudicaciones de la Diputación para abastecer a la institución provincial de medicamentos de ganado, piensos y calizas para fincas por importe de 790.653 pesetas.

Rodríguez Miranda era entonces un prometedot político en las filas baltaristas que ejercía la oposición en la difícil plaza de Allariz, gobernada con mayoría absoluta por el BNG y donde el PP era apenas una opción testimonial. En 2001, las compras de la Diputación a Pardavedra incluyen, además de los elementos mencionados, otros como vestuario para el personal de las granjas de la institución, semillas, abonos, salvados, raticidas y virutas. El importe de la factura que cobra ese año la empresa de Rodríguez Piñeiro alcanza los 3,5 millones de pesetas.

En 2002, la relación política entre Baltar y Rodríguez Miranda era ya sólida. Ese año, la Diputación le adjudica a la empresa familiar -además de los productos ya mencionados- "materiales para el Parque Tecnológico", fertilizantes para este mismo recinto empresarial, sulfatadoras de plástico, cepillos, pilas, hilos, sacos, desinfectantes y mangueras. El importe supera los 11.000 euros.

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Las compras continúan en 2003. La Diputación necesita ese año mucho más material y la factura a la empresa del padre del portavoz del PP gallego se dispara: más de 40.000 euros por la compra de piensos, fertilizantes, calizas, cordeles de empacar y sacos, útiles y abonos adjudicados directamente, sin acudir a concurso público.

En 2004, los gastos a Pardavedra se incrementan hasta superar los 42.000 euros y se mantienen prácticamente igual en 2005, el año de las autonómicas que gana el bipartito (PSdeG-BNG) y en el que Baltar destierra a Feijóo de la lista de Ourense -que encabeza una hasta entonces desconocida Amparo González Méndez, respaldada por José Manuel, hijo del barón- y en la que Miranda ocupa el puesto número cinco. La firma de Rodríguez Piñeiro recibió ese año 35.503 euros por compras de material agrícola a las que no pudieron optar otras empresas del sector.

En 2006 -año de la elección de Feijóo como presidente del PP- empieza a bajar, aunque ligeramente, la facturación de la institución provincial a Pardavedra. La Diputación le compra ese año material por 25.675 euros. Pero cuando la relación comercial se pone fea es en 2009, año de la victoria electoral de líder del PP gallego. Alberto Núñez Feijóo designa entonces como su número tres, y persona de estrecha confianza, a Antonio Rodríguez Miranda. La facturación de la Diputación a Pardavedra cae ese año en picado: las compras no llegan a los 5.000 euros.

Confianza traicionada

El secreto mejor guardado de Alberto Núñez Feijóo en el congreso regional del PP de 2009 - la elección de Antonio Rodríguez Miranda como portavoz y vicesecretario del partido- fue destripado por un impulsivo y entusiasta José Luis Baltar. El veterano político ourensano no esperó a la celebración del cónclave para anunciar lo que consideraba un éxito político personal. "Será Toñito", Rodríguez Miranda, el elegido, dijo cuando la dirección del partido en A Coruña creía que tenía opciones para esa cuota territorial.

José Luis Baltar confiaba en Toñito, creía que colocaba a su hombre de confianza cerca de Feijóo y que ello le allanaría el camino en el mantenimiento de su poder territorial dentro de la estructura del PP gallego.

No fue así. Miranda -a quien los baltaristas acusan de haber actuado como "doble agente"- peleó a cara de perro contra la candidatura del hijo del barón provincial, José Manuel Baltar, cuando este se hizo con las riendas del partido. La confianza política se quebró y Baltar se sintió traicionado. Y a partir de entonces las compras de la Diputación a Comercial Pardavedra cayeron en picado.

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