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Entrevista:

El Baradei: "Debemos extraer lecciones del error de Irak"

El Nobel de la Paz en 2005 recibe un premio de la Xunta

Hace ya más de siete años que los gobiernos de Estados Unidos, entonces en manos republicanas, Reino Unido, con los laboristas al frente, y la España del Partido Popular, decidieron, en las islas Azores, invadir Irak con la excusa de la existencia de "armas de destrucción masiva en el país". Lo hacían contra la consideración de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA), dependiente de la ONU, desde la que negaban a Sadam Hussein la capacidad de fabricar armamento nuclear. Ayer, fue Alberto Núñez Feijóo, del PP, quien entregó a Mohamed El Baradei, director general de la IAEA entre 1997 y 2009 y cabeza visible del cuestionamiento de las mentiras de la Administración Bush jr., el premio Grupo Compostela-Xunta de Galicia.

Sarkozy "levanta un muro, no resuelve un problema socioeconómico"

"La de Irak es una situación trágica", expuso El Baradei a los medios de comunicación en Santiago, "pero creo que la comunidad internacional ha aprendido la lección: no se deben tomar decisiones unilaterales que violan la legalidad internacional". Esta pedagogía, del millón de muertos en palabras del filósofo Santiago Alba Rico, ha constituido un "error injustificable". "El desafío", añadió el diplomático egipcio, que anunció un libro sobre el conflicto todavía en curso, "es sacar conclusiones de nuestras equivocaciones".

Premio Nobel de la Paz en 2005, el discurso de ElBaradei se inclina ahora hacia una defensa del multiculturalismo, la tolerancia, la igualdad y la crítica de los "dobles estándares" y el gasto armamentístico. "Debemos organizar un nuevo sistema político", se extendió, "acorde con el nuevo mundo global, y que no se base en quien posee armas nucleares y quien no". El recién estrenado rector de la Universidade de Santiago, Juan Casares, no ahorró ditirambos y situó al Nobel, que participa además en el programa Conciencia del centro compostelano, en la estela de Martin Luther King, la Madre Teresa, Aun Sang Suu Kyi o Nelson Mandela.

Pero además de mostrarse contrario a las deportaciones de ciudadanos rumanos en Francia -"no se puede levantar un muro en vez de resolver un problema socioeconómico"-, El Baradei también defiende los usos civiles de la energía nuclear. Y a pesar de que ningún periodista se interesó por su opinión sobre las centrales atómicas, sí lo hizo un miembro de la Sociedad Nuclear Española presente en la sala de prensa de Fonseca. "Necesitamos toda la energía que podamos conseguir", respondió El Baradei, ahora presidente emérito de la IAEA, "porque sin energía no hay desarrollo". Ni una sola mención a los límites del crecimiento y apenas una velada referencia a la necesidad de "minimizar riesgos y maximizar beneficios" de la energía por fusión atómica.

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