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Benestar culpa al Estado de los retrasos en las ayudas a dependientes

Galicia pierde 2,5 millones del ministerio por la lenta gestión de las prestaciones

El tiempo medio de espera para la concesión de una ayuda a la dependencia es, según fuentes de Traballo e Benestar, de siete meses, solo uno más del que establece la ley como plazo máximo desde la presentación de la solicitud. "En abril de 2009 era de más de 14", señalan desde la consellería, comparando la gestión actual con la del bipartito. Pero la agilidad de la que presume Benestar en la tramitación de las prestaciones contrasta con la lista de las comunidades más eficientes que surge de aplicar los nuevos criterios impuestos por el Estado para el reparto de 283 millones de euros para dependencia. A partir de ahora, primará en la distribución del fondo la cantidad de ayudas concedidas -es decir, cuántas personas han obtenido su Plan Individual de Atención (PIA)- y no tanto los beneficiarios potenciales del servicio. Con estas condiciones, Galicia es la segunda comunidad autónoma que más dinero pierde, por detrás de Valencia. Se queda sin 2,5 millones de euros en este ejercicio.

Según la consellería la espera disminuyó desde 2009 y hoy es de siete meses

Benestar descarga en la Administración central toda responsabilidad en los retrasos de tramitación. "La insuficiencia financiera del Estado está afectando a los dependientes gallegos en el sentido de que si el Estado aportase lo mismo que la Xunta todos los dependientes estarían atendidos", esgrime la consellería. Al "castigo" del Gobierno de Madrid por la gestión de la dependencia se suman las quejas de afectados que casi dos años después de iniciar el trámite todavía no saben qué tipo de atención recibirán y, por lo tanto, carecen de prestación.

En la lenta tramitación de algunos expedientes pesa también la avalancha de solicitudes para cuidados en el entorno familiar. Al menos es lo que argumenta Benestar, que insiste en que esta modalidad, la preferida por las familias con dependientes a cargo, y también la más barata, es de "carácter excepcional" porque la apuesta de la Xunta pasa por "crear una red potente de servicios profesionales" a través de los centros de día, residencias o teleasistencia. "La mayoría de los solicitantes optan por la prestación económica de cuidados en el entorno familiar, lo que está originando mayores tiempos de espera, al contrario de lo que sucede con otro tipo de servicios y prestaciones en los que se está dando una respuesta óptima", precisan.

Los fondos que pierde la comunidad son una parte de los 98 que en total asigna el Estado para dependencia. El resto los aporta la Xunta, que cuenta con un total de 360 millones de euros para este ejercicio. En lo que va de año se aprobaron 5.826 expedientes en tres modalidades distintas: 2.200 para cuidados en el entorno, 2.569 para servicios residenciales y 1.057 para contratación de servicios.

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