El Bloque se atribuye el "peso" de la comunidad en el Estado y acusa al PSdeG de "sumisión"

Los millones que dejarán los Presupuestos del Estado en Galicia y las elecciones generales de marzo ocuparon ayer las deliberaciones de la dirección del Bloque, un partido que, según su líder, Anxo Quintana, ha ganado este año en "cohesión y unión". A la salida del encuentro, Quintana aseguró que todas las fuerzas representadas en el Consello Nacional habían expresado su "criterio unánime" de que el país tiene más "peso político" que nunca en Madrid, un "éxito" que el BNG se atribuye a sí mismo.

"Estamos intentando colocar a Galicia por encima de los parámetros de Cataluña y Andalucía", afirmó el portavoz nacional del Bloque sobre las negociaciones de las cuentas de 2008 con el Gobierno central. "Hoy estoy mucho más esperanzado en un resultado positivo que hace cuatro meses". ¿Qué ha cambiado en este tiempo? "Lo que cambió es el carácter determinante de los votos del BNG, que nunca fueron tan necesarios para el Estado", argumentó Quintana.

El líder nacionalista condicionó el apoyo de sus diputados a la propuesta de Presupuestos de José Luis Rodríguez Zapatero a que el presidente socialista reserve 2.000 millones de euros para Galicia. El Bloque se considera el único partido con "manos libres" para forzar al Gobierno central a pagar la deuda histórica que arrastra el Estado con los gallegos. "Aunque Zapatero regara de oro Galicia, Rajoy tiene decidido votar en contra", dijo del PP. "¿Y acaso el PSdeG va a votar en contra?", ironizó sobre el papel de los socialistas en la negociación.

A pocos meses de las generales, el Bloque empieza a reforzar las fronteras con sus rivales. Los populares, dice Quintana, están "echados al monte" porque en la oposición "piden la luna" y cuando gobiernan "no dan nada". A sus socios socialistas en la Xunta los acusó de estar presos de la "sumisión" a Madrid y de verse obligados a aplaudir "todo lo que digan Solbes y Zapatero".

Sobre las críticas del BNG al plus que cobrarán los funcionarios que ocupen altos cargos, Quintana matizó las acusaciones de su portavoz en el Parlamento, Carlos Aymerich, y afirmó que su posición al respecto no es "especialmente distante del PSOE". El vicepresidente de la Xunta tranquilizó a sus socios de gobierno: "No tenemos intención de hacer ningún cisma alrededor de una cuestión como ésta".