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"Buen ambiente y ausencia de controles para volver a casa"

"Hay buen ambiente y además se puede regresar a casa por carreteras secundarias donde no hay controles". El relato de Mónica se parece al de miles de jóvenes de las provincias de Lugo y A Coruña que se desplazan las noches de fin de semana a Melide. A las horas de trasiego de local en local, suma 54 kilómetros a la ida y otros tantos a la vuelta, en un trayecto que no supera los 50 minutos por carreteras de segunda y tráfico inusitado a determinadas horas de la madrugada.

Con menos suerte que ella, los cinco amigos de Friol iniciaron el sábado el viaje de vuelta cuando cerró el último bar. Apenas recorrieron 15 de los 31 kilómetros. El viaje y la vida de cuatro de ellos se truncaron en una curva a izquierda en el municipio de Toques. El propietario de la última discoteca que visitaron contó a Televisión Española desde el lugar del accidente que no podría decir si el conductor había bebido. "Son cosas que pasan", zanjó visiblemente afectado.

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De víspera, otro joven de 17 años había realizado en compañía de dos amigos un trayecto similar. Volvía también de madrugada de la misma zona de copas en Melide. No llegaron a sus casas de Boqueixón y O Pino. En el kilómetro 61 de la Nacional 547 a altura de Arzúa se precipitó por un terraplén y acabó volcado. El copiloto murió en el acto. El conductor y un tercer ocupante fueron hospitalizados. Como ayer, los bomberos de Arzúa se encargaron de excarcelas los cuerpos y luego tomaron las horrendas fotografías que ayer publicaron los periódicos. "Exceso de velocidad", pronosticaron a primera vista en ambos casos.

La opción del Noitebús

Preguntado sobre las causas del siniestro, el coronel jefe de la Comandancia de Tráfico de Galicia, José Luis Ulla, habló directamente de "víctimas y verdugos". Su lenguaje concuerda con la dureza de las campañas de la DGT.

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Entretanto, la Xunta sigue potenciando el Noitebús, que en 2008 trasladó a 236.450 pasajeros a las zonas de marcha, el triple que en 2007. Y la organización STOP Accidentes programa charlas para contrarrestar una costumbre extendida en el rural: abuelos que compiten por dar a sus nietos un coche mejor que el del vecino. Su portavoz, Jeanne Picard, lamenta una escena que se repite: jóvenes varones que abandonan los estudios, se ponen a trabajar e invierten sus primeros sueldos en un vehículo potente. "Ellos son los que se matan, no sus compañeras que siguen estudiando", advirtió Picard en la comisión de seguridad vial del Parlamento.

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