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El CGAC muestra en Santiago la diversidad sexual "global"

La exposición abarca 150 piezas de más de 70 artistas

A lo que subyace en los estudios de género, con voluntad o no de consagrarse, dedica el Centro Galego de Arte Contemporánea En todas as partes. Políticas da diversidade sexual na arte, continuación del proyecto de 2007 A batalla dos xéneros, centrado en el feminismo fundacional. Del papel al vídeo, 150 piezas de más de 70 artistas que reflexionan sobre la realidad lesbiana, gay, bisexual, transexual y queer desde 1969, año de revueltas contra la homofobia policial en el bar neoyorquino Stonewall Inn.

Del trabajo del libanés Akram Zaatari, que filma cómo se vive la homosexualidad en Beirut, a las aportaciones del canadiense Bruce Labruce, célebre por su porno de estética nazi, En todas as partes, comisariada por Juan Vicente Aliaga, arranca en el "mito y realidad" de los años 60 y 70, de núcleo estadounidense, y acaba por extender a Turquía, Irán, India o Palestina la crítica de la cultura "masculina, heterosexual, blanca y misógina".

La diversidad sexual es "global", pero en 85 países sigue siendo penal. Aliaga recuerda que muchos de estos materiales tuvieron un recorrido "difícil" por la censura. La evolución también se analiza a través del discurso hegemónico de los medios, la ley o la ciencia, sobre todo a raíz del estigma del sida.

La vocación de la muestra, hasta el 20 de septiembre, pasa por trascender el sótano y la planta baja del CGAC. En ese sentido, una serie de vallas publicitarias cerca de Bertamiráns divulgan una historia gay según el fallecido Félix González-Torres, mientras los carteles de Pepe Miralles objetivan la marginación en las marquesinas de Santiago: "Si abiertamente os comunicase mi estado de salud, ¿cuántos de vosotros haríais un acto de compasión para después construir un muro a mi alrededor?".

Contra la homologación de lo diferente se plantean Rebelde sin causa o Se vende, uno de los vídeos del equipo formado por Helena Cabello y Ana Carceller. Se exhibe en Andrómenas, tienda relacionada con el menaje del hogar: cinco monitores muestran cómo unas barras de vídeo se van conviertiendo en la bandera gay. Críticas con la sexualidad de consumo, aunque sea diversa, mencionan a la filósofa Judith Butler, autora de Deshacer el género: "No estamos en los 70, y el arte tiene que buscar en lenguajes en los que no ha indagado".

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