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Reportaje:

Campo Lameiro, la Altamira gallega

El parque rupestre que se construye a orillas del Lérez se abrirá en 2009

En una época en la que los museos con los objetos más diversos proliferan como setas en ciudades y pueblos, no deja de resultar sorprendente el desconocimiento general sobre la existencia en el corazón de Galicia de uno de los más importantes conjuntos de arte rupestre de Europa, un territorio a orillas del río Lérez que se divide entre los municipios de Campo Lameiro y Cotobade. La presencia humana documentada en la zona se remonta 10.000 años atrás y en una superficie de 220.000 metros cuadrados pueden encontrarse más de 80 rocas con grabados realizados en la piedra.

El desconocimiento sobre la importancia arqueológica de esta zona puede tocar a su fin muy pronto. Actualmente se está construyendo un gran centro de interpretación que ya se levanta a la entrada del que será un gran parque del arte rupestre, cuya apertura está prevista a lo largo del año 2009. El edificio, diseñado por el estudio de arquitectura compostelano RVR, ha sido concebido para tener el menor impacto ambiental posible y por eso parte de su estructura está enterrada en el terreno. En total habrá unos 900 metros cuadrados disponibles para una exposición permanente y otros 150 para muestras temporales. La luz tenue de la que gozarán las instalaciones permitirá ver al visitante los restos arqueológicos en una atmósfera que remite a la prehistoria.

Las joyas son A Laxe dos Carballos y O Outeiro dos Cogoludos
El centro de interpretación tendrá escaso impacto ambiental
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El centro de interpretación será la primera etapa para los visitantes del parque que posteriormente podrán realizar recorridos al aire libre para ver los distintos conjuntos de petroglifos. En el área de Campo Lameiro se acumulan varios miles de diseños de diferentes tipos. Los geométricos son los más comunes y destacan entre ellos las cazoletas, las combinaciones circulares y las espirales. Estos diseños se encuentran con frecuencia acompañados por otros de carácter más figurativo: zoomorfos, representaciones de armas y antropomorfos.

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Las dos joyas del parque son A Laxe dos Carballos, en el que puede verse un gran ciervo con lanzas clavadas en su lomo, y O Outeiro dos Cogoludos, un gran panel plagado de motivos geométricos. Pese a las diferentes opiniones que existen sobre su antigüedad, ambas se sitúan en la Edad del Bronce, hace más de 4.000 años.

Según explican desde la dirección técnica del parque, al mismo tiempo que se construye el centro de interpretación se están haciendo trabajos de limpieza y conservación en el entorno de los petroglifos. La zona estaba cubierta por matorrales y tojos, y los eucaliptos se habían adueñado de buena parte del terreno. El objetivo de los que dirigen los trabajos de limpieza es que la zona presente una cubierta vegetal apropiada para su disfrute social y que el paisaje no sea un simple contenedor de petroglifos sino que refleje los valores culturales y medioambientales que se han ido acumulando con el paso del tiempo. Para conseguir este objetivo todavía está pendiente la eliminación de elementos distorsionadores del paisaje como una vieja construcción en estado de abandono o las líneas del tendido eléctrico, que serán soterradas para permitir una observación más limpia del paisaje.

El coste total para la construcción del centro de interpretación asciende a 5,2 millones de euros, a los que habrá que añadir la realización del proyecto museográfico, los costes de expropiaciones y la limpieza y mantenimiento de los petroglifos. La inversión total en el parque se acercará finalmente a los nueve millones de euros. El proyecto ha levantado grandes expectativas ya que se espera que el parque pueda convertirse en un importante centro de acogida de turistas. El gran valor arqueológico de los petroglifos de la zona y la belleza natural de la comarca pueden contribuir a que la inversión realizada pueda amortizarse fácilmente por la revitalización que supondrá para Campo Lameiro la llegada de visitantes.

Grabado rupestre conocido como A laxe dos Carballos.
Grabado rupestre conocido como A laxe dos Carballos.

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