_
_
_
_
_

El Campus do Mar devuelve a Vigo su aspiración científica

El proyecto universitario recupera contenidos de la Ciudad del Mar

La Universidad de Vigo ultima las gestiones para presentar el Campus do Mar al concurso de campus de excelencia internacional que convocará en breve el Ministerio de Educación. El proyecto incluye los contenidos del Centro Atlántico de Investigaciones Marinas (CAIM) que capitalizaba el CSIC en la Ciudad del Mar que promovió la Xunta bipartita y cuyo proyecto mantiene "congelado", sin descartar ni impulsar, el actual Gobierno gallego . El proyecto universitario cuenta ahora con grandes posibilidades de materializarse, según el rector vigués, Alberto Gago. La Xunta, a ese efecto, tendrá que ceder una parte de las dotaciones necesarias en el mismo emplazamiento de la Ciudad del Mar, la antigua ETEA (Escuela de Transmisiones y Electrónica de la Armada).

El campus reuniría a 500 doctores en ciencia y tecnología marinas

El Campus do Mar precisa para su reconocimiento de la colaboración de las tres universidades gallegas -"es un proyecto de país", dice Gago- e incorporará también a las portuguesas de Miño, Oporto y Aveiro, con las que la de Vigo mantiene desde hace años una fructífera colaboración en investigaciones de nanotecnología.

Todo el sector marítimo ha expresado ya su voluntad de sumarse al proyecto, que la Universidad de Vigo, a través del rector y de un comisionado específico, el investigador Emilio Fernández, viene agitando desde hace tres meses: el Clúster del Sector Naval, el Instituto Español de Oceanografía, el Centro Tecnológico del Mar (Cetmar), el de la conserva (Anfaco)..., que lo ven como un canal idóneo para nutrir a las EBTs (empresas de base tecnológica). El campus aglutinaría de partida a unos 500 doctores en ciencia y tecnología marinas, el mayor equipamiento posible en España.

"Es un proyecto a medio y largo plazo", previene Gago. En marzo se publicará el decreto de convocatoria del concurso. No vale una declaración de intenciones de los agentes implicados, sino que sus compromisos han de fijarse en convenios firmes con la universidad. El Ministerio de Educación asignará luego fondos para que las universidades elegidas puedan completar sus proyectos y presentarlos acabados, en el mes de junio, ante la comisión internacional que los sancionará definitivamente. En ese procedimiento, el ministerio consulta con los gobiernos de las comunidades autónomas y puede dirigir o potenciar algún o algunos aspectos del proyecto. El proceso inversor ha de concluir en cinco años.

Ahora mismo se plantean dos opciones de funcionamiento para el Campus do Mar. Una versión light, que aprovecharía la alta capacidad de las otris, la red de comunicación de las universidades, como canal de encuentro de todos los socios del proyecto, o con identidad física, que es la que se acaricia en Vigo: en la ETEA, con ventanilla única y dirección colegiada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En la ETEA estarían, según el proyecto, el CAIM asociado a la universidad, el Laboratorio de Toxinas ahora instalado en la Estación Marítima de Vigo, la base de buques oceanográficos y el centro internacional de postgrado para canalizar toda la oferta de titulaciones.

Las consellerías de Educación y Mar están interesadas y alientan el proyecto. "Deben trasladarlo a un apoyo a la ubicación en la ETEA: es la idónea, tienen que urbanizarla, pero es una inversión irrelevante y pueden darle otros usos, no la queremos en exclusiva", dice Gago, que alerta: "Si convertimos el proyecto en elemento de discusión política, lo matamos".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_