Cangas niega que las obras de Massó correspondan al puerto deportivo

Nueva vuelta de tuerca al confusionismo. Las obras que Puentes y Calzadas Infraestructuras realizó en 2009 en el borde litoral de O Salgueirón, la finca de la antigua conservera Massó Hermanos en Cangas, fueron de reparación y conservación de un espigón y de un muelle, sin relación con el proyecto de puerto deportivo que promueve Residencial Marina Atlántica y, por tanto, eran de competencia exclusiva de la Autoridad Portuaria de Vigo, sin que al Ayuntamiento le cupiera la obligación de otorgar licencia para las mismas. Es la tesis que defendió ayer el abogado municipal en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Pontevedra frente a la denuncia de la cofradía de pescadores, que acusa a la alcaldía de Cangas de inacción ante dichas obras, ejecutadas sin licencia municipal.

La técnica que avaló la innecesariedad de permiso sostiene lo contrario en Vigo

El abogado de la cofradía había aludido, como en la denuncia que suscitó el procedimiento administrativo, a la reconstrucción de un espigón, el relleno de una playa y a un "movimiento ingente de tierras" con modificación de rasantes, todo lo cual, según la réplica del letrado municipal, eran argumentos no ajustados al juicio que se celebraba por no estar probados en el procedimiento.

A su vez, según el mismo abogado municipal, no puede entenderse el proyecto de puerto deportivo de Marina Atlántica como un proyecto de obras, ya que se ha formulado a los efectos exclusivos de obtener la concesión administrativa por parte de la Autoridad Portuaria. Las obras, en fin, han sido de reparación y conservación de infraestructuras en zona portuaria, sin carácter urbanístico y, por tanto, no sometidas a control preventivo municipal.

El abogado de la cofradía había afirmado previamente que las obras, al no existir Plan de Utilización de Espacios Portuarios ni Plan Especial del Puerto,carecían de soporte normativo. Los puertos, continuó, solo pueden prescindir del permiso municipal cuando las obras son promovidas directamente por la Autoridad Portuaria -y no, como es el caso, por la empresa concesionaria, que sí precisa licencia- y en función del interés general, esto es, por necesidades de la actividad comercial del puerto, que no cuadra con una finalidad náutico deportiva.

Estos "aspectos primordiales", según el mismo abogado, fueron soslayados en el informe de la secretaria municipal que consideró, un año antes de que comenzaran las obras, innecesaria la licencia del Ayuntamiento, contrariamente a lo que la misma técnica -ahora secretaria de Vigo- sostiene para justificar la paralización municipal de obras promovidas por Corina Porro en el puerto de Vigo o la jurisprudencia que fundamenta la ilegalidad de la marina de Punta Lagoa en Teis-Vigo o del relleno del puerto de Marín. La misma promotora, Marina Atlántica, sí solicitó permiso municipal para vallados y otras actuaciones que afectan al mismo recinto, lo cual, concluyó el abogado, sería una evidencia de contradicción.

El abogado de la constructora se limitó a señalar que el debate remitía a la legalidad del proyecto, ya sentenciada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia: existía licencia para las obras. Aunque aún tendrá que ratificarlo el Tribunal Supremo