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El Congreso pide a la RAE que revise la definición de gallego en el diccionario como "tonto" y "tartamudo"

Todos los grupos parlamentarios representados en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados votaron ayer a favor de una iniciativa del BNG en la que se pide a la Real Academia de la Lengua (RAE) que revise la pertinencia de que su diccionario incluya entre las acepciones del término "gallego" las de "tonto" y "tartamudo", como ocurre desde el año 2001.

El texto finalmente aprobado incluye el contenido de una enmienda presentada por el PSOE,que suaviza los términos empleados por el BNG que solicitaba directamente al Gobierno la supresión de las citadas acepciones.

En su intervención en el Congreso, el diputado nacionalista Francisco Rodríguez realizó un repaso histórico por las definiciones que ha tenido el término gallego en el diccionario de la RAE a lo largo de los tres últimos siglos. Recordó que el escritor Camilo José Cela consiguió que en 1970 se retirase una acepción que definía al gallego como "mozo de cuerda" y que no volvió a haber problemas hasta que en la edición de 2001 se incluyeron los términos "tonto" y "tartamudo" que se usan de forma "residual" en Costa Rica. "En nombre del rigor y del buen gusto deben revisarse estas acepciones", demandó el diputado del BNG.

Por su parte, la diputada socialista María Gracia Muñoz explicó que el diccionario es lingüísticamente "adecuado y completo" y apuntó que no cumpliría su función si faltara en el registro de algunas voces. En este sentido, recordó que el diccionario no solo contiene los vocablos utilizados en España, sino también los empleados por el conjunto de los hispanohablantes. Además, explicó que la introducción de nuevas acepciones se realiza a través de las indicaciones de la Asociación de Academias de la Lengua Española, integrada por 22 academias.

La diputada del PP María Dolores Pan destacó la independencia del trabajo de la RAE y reclamó que no haya injerencias políticas en decisiones "puramente técnicas". En su opinión, tratar de imponer nuestros usos a otros países resulta "impropio" e insistió en que el diccionario está obligado a reflejar los usos que la comunidad ha dado a las palabras.

El director de la Real Academia Galega, Xosé Ramón Barreiro, mostró su satisfacción por la petición del Congreso y apuntó que él ya había pedido a la RAE la retirada de estas acepciones, con una respuesta positiva por parte de esta institución. "Si esta resolución acelera el proceso será magnífico", añadió.

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