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El Consello de Contas critica las fundaciones sanitarias del PP

Los auditores cuestionan la eficacia de la gestión privada en hospitales públicos

La financiación del sistema sanitario gallego ha tenido durante años un agujero negro en las cuatro fundaciones que gestionaban hospitales repartidos por las provincias de A Coruña, Pontevedra y Ourense, así como en otros cuatro entes de similares características especializados en determinadas áreas. Al menos, a ojos del Consello de Contas.

En el informe de fiscalización de 2006 que hoy entrará en el Parlamento, el órgano aborda por primera vez la gestión de las fundaciones, desbroza las constantes modificaciones de crédito que recibieron para cubrir los desfases en sus presupuestos y desvela un saneamiento adicional en dicho ejercicio, que cifra en 17,7 millones, "para compensar resultados negativos de años anteriores". El modelo de fundación sanitaria fue impulsado en la Xunta por José Manuel Romay. El Gobierno bipartito las disolvió, mientras que el actual presidente, Alberto Núñez Feijóo, aún no ha aclarado si defiende su reimplantación.

El bipartito suprimió el sistema, pero Feijóo no descarta recuperarlo

Las fundaciones que gestionan los hospitales de O Barbanza (Ribeira), O Salnés (Vilagarcía), Virxe da Xunqueira (Cee) y Verín, no sólo incurrieron en 2006 en un desfase presupuestario que conjuntamente suma 5,2 millones de euros, y que hubo que cubrir con modificaciones de crédito, sino que el bipartito se vio obligado a fijar líneas de saneamiento adicional.

Contas cifra en 4,6 millones de euros los que hubo que destinar a la Fundación Hospital de Verín, que ya había ocupado críticos capítulos de informes anteriores del órgano fiscalizador; en 2,8 millones el saneamiento necesario para mantener la Fundación Hospital de Barbanza, prácticamente otros dos millones para el Virxe da Xunqueira y otro millón para O Salnés. La fundación que gestiona el Centro de Transfusiones de Galicia, que también incurrió en modificaciones presupuestarias, recibió 7,2 millones adicionales para sacar a flote sus cuentas.

Contas analiza en su informe ocho fundaciones (hospitales, centro de transfusiones, 061, medicina genómica e instituto de oftalmología), que necesitaron 17,1 millones. Ese importe se suma a un presupuesto de 122,9 millones, que con otras modificaciones alcanzó un saldo en 2006 para el sistema de 144,8 millones de euros. "Esos 17,7 millones", dicen el órgano fiscalizador, "se destinaron a compensar los resultados negativos que arrastraban de ejercicios anteriores".Los autores del informe del Consello de Contas cuestionan con sus datos y apreciaciones el coste y la supuesta mayor eficiencia defendida en la prestación de estos servicios sanitarios. El informe de Contas de ese año, el primero completo de socialistas y nacionalistas en San Caetano, también hace hincapié, como adelantó EL PAÍS en su edición de ayer, en la imputación de gastos del Sergas correspondientes a ejercicios anteriores por importe de 114 millones de euros, "poniendo fin a la deuda acumulada".

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El capítulo de la sanidad gallega aborda las relaciones del Sergas con otros organismos públicos. El Consello de Contas hace referencia a los impagos de organismos oficiales, como los del Instituto Nacional de la Seguridad Social, "que no abonó cantidad alguna por los asegurados que destinó a los centros del Sergas, ascendiendo la deuda pendiente a 31 de diciembre de 2006 a más de 5,3 millones de euros". La Seguridad Social actúa como una mutua patronal de acciones laborales, para aquellos trabajadores con cobertura de enfermedad común en otras aseguradoras privadas, pero que no cubren determinadas contingencias. Al carecer de instalaciones hospitalarias, esos asegurados son desviados a los centros del Sergas, que le facturan las prestaciones satisfechas.

El gasto farmacéutico es otro de los aspectos en los que se detiene el informe de fiscalización. Sólo en el año de referencia al que corresponde análisis, el gasto farmacéutico extrahospitalario, es decir, recetas médicas expedidas, se situó en 818,9 millones de euros, lo que, según los cálculos del organismo, representó más del 25% del gasto total del Sergas en dicho ejercicio. El coste anual es de 301 euros por ciudadano, con la provincia de Lugo como la que más prescribe marcas (49,1 recetas al año por pensionista, frente a las 45,9 de media de Galicia). El coste por ciudadano y año en esa provincia se dispara hasta los 376 euros. La prescripción de genéricos en Galicia está a la cola de las 17 comunidades que componen el Sistema Nacional de Salud, recuerda Contas.

Ante este volumen y disparidad frente a otras autonomías, el órgano fiscalizador de las cuentas públicas propone en su informe incentivar la prescripción de genéricos "con idéntico valor terapéutico que los de marca comercial".

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