Copasa araña 639 millones del contrato saudí del tren a La Meca
Asumirá un 11% de la obra, presupuestada en 6.736 millones por ese país
La constructora gallega Copasa se lleva la parte del león en el macrocontrato del AVE entre la Meca y Medina (Arabia Saudí) que ayer se firmó en Riad. Es la principal beneficiada, por detrás de Talgo, del puñado de empresas privadas en el consorcio que ganó el concurso fallado a finales de noviembre y presupuestado en 6.736 millones de euros, el mayor de la historia obtenido por España en el exterior. Sus trabajos de construcción, montaje y mantenimiento de las vías sobre las que pasará el tren que atravesará el desierto representan el 10,78% del contrato que vincula al Gobierno de Arabia Saudí y a la sociedad Consorcio Español Alta Velocidad Meca Medina, constituida por doce compañías españolas y una local.
La empresa ourensana realizará el mantenimiento durante 12 años
El presidente de Copasa, José Luis Suárez, destacó en Riad tras la rúbrica del contrato que ahora se abre una fase que tampoco está exenta de dificultades, ya que la ejecución del proyecto va a acarrear importantes complicaciones por un entorno desértico y por la incógnita que siempre supone trabajar en un país nuevo.
Sobre el por qué Copasa se lleva, por detrás de Talgo, la mayor tajada del pastel del contrato entre las privadas, José Luis Saravia, su director general, recordó que la oferta española al principio de dividía en dos. Una, en la que estaba la empresa ourensana junto a Talgo, y una segunda por parte de Adif, OHL y CAF, que no superó la precalificación. Tras unir fuerzas a instancias del Ministerio de Fomento, entonces dirigido por José Blanco, la empresa "ganó peso frente a OHL en el consorcio final dada su mayor especialización en la instalación ferroviaria", añadió Saravia. Junto a ello también condicionó al alza el papel del Copasa el hecho de haber asumido buena parte de las tareas de mantenimiento posteriores a la puesta en marcha del servicio, algo que realizará durante 12 años.
La asignación todal que corresponde a la firma presidida por Suárez asciende a 639 millones de euros, por delante de OHL (586 millones) e Imanthia (208). Realizará, en una primera fase, trabajos de suministro y montaje de la vía (balastro, traviesas y carril), junto con las bases del montaje. "El segundo compromiso será el mantenimiento, en este caso asumiendo el 70% de las labores necesarias para la conservación del corredor", aseguró la empresa. Es, con mucho, el mayor proyecto logrado en su historia. Junto con Indra, Consultrans, Imanthia, Cobra, Dimetronic, OHL, Inabensa y Talgo encabezadas por las empresas públicas Adif, Renfe e Ineco, la participación española espera absorber el 88% del megaproyecto conocido también como el AVE del desierto.
Para la firma gallega presidida por José Luis Suárez el contrato significa dar el triple salto mortal. Porque tras 25 años en el mercado seguía fiando su supervivencia al sector público español, un granero en el que factura ocho de cada diez euros. El mercado internacional, de hecho, era hasta 2010 residual en sus cuentas (el año pasado, de una facturación de 540 millones representó el 3,6%). El mal momento del mercado nacional e incluso del europeo está empujando a la empresa hacia otros países. De hecho Suárez se mostró muy interesado en optar por la línea de alta velocidad entre las ciudades brasileñas de Río y Sao Paulo.
La línea ferroviaria tendrá 450 kilómetros, casi los que separan Vigo de Madrid, y dará servicio a los peregrinos que realizan su viaje entre las ciudades santas de Medina y La Meca. Se calcula que, en momentos que coincidan con el mes de la peregrinación mayor, los trenes tendrán una ocupación media diaria de 166.000 pasajeros. El servicio tendrá demandas en hora punta de entre 11.000 y 13.000 viajeros a la hora.
Copasa ha realizado otros trabajos en la línea de alta velocidad española, como el montaje de la vía entre Madrid, Zaragoza y Barcelona; el acceso ferroviario en Levante o la construcción de una plataforma de 12 kilómetros en el corredor noroeste. La firma tiene oficinas en México, Brasil, Chile, Bulgaria, y en varias ciudades españolas.
