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A Coruña acuerda retirar símbolos franquistas sin el apoyo del PP

La oposición considera "una atrocidad" no dar voz a las familias de los franquistas

El Ayuntamiento de A Coruña acordó ayer, sin el apoyo del único partido de la oposición, el PP, retirar parte de la abundante simbología franquista que perdura en calles y edificios públicos de la ciudad. Socialistas y nacionalistas, socios de gobierno, pactaron una lista para suprimir 53 distintivos, entre ellos, revocar los títulos honoríficos concedidos a Franco y a ocho de sus ministros y colaboradores, y rebautizar 22 calles. El PP atribuyó el acuerdo a "la memoria histérica" del BNG y a "la memoria histórica olvidada" del PSOE.

Los conservadores se refugiaron en un formalismo para desmarcarse, como fue su oposición al proceso abierto hace un año con la decisión del alcalde de designar a seis expertos para decidir la simbología que se debía suprimir. Aunque los conservadores evitaron oponerse por tratarse del obligado cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y se abstuvieron en la votación de ayer, insistieron en criticar duramente el proceso porque no se dio voz a las familias de los franquistas. La supresión "del derecho de audiencia es una atrocidad política", consideró el concejal del PP Juan de Dios cuando el pleno acordó modificar el reglamento para la concesión de honores y distinciones del Ayuntamiento.

Se revocarán los honores otorgados a dirigentes del Régimen

"El PP no se opone a la aplicación de la ley, pero no puede apoyar la forma sectaria y excluyente escogida por el alcalde para un proceso que debía contemplar todas las sensibilidades", arguyó el edil conservador. Y pese al obligado cumplimiento de la ley en vigor desde hace casi dos años, tildó el proceso de "bufonada".

"Lo que dice sería un bochorno para el PP de Madrid", replicó el socialista Carlos González Garcés al recordar que en la capital española fue ese partido el que "por iniciativa propia" acordó retirar toda la simbología franquista. González Garcés descalificó "los despropósitos y la actitud hipócrita" del grupo de la oposición por "rechazar la legalidad". "¿Cómo pueden defender, en aras a la democracia, el mantenimiento de honores a personas que actuaron de forma antidemocrática?", se preguntó.

Dura fue también la concejal del BNG Margarida Vázquez en sus reproches al PP, al que tachó de "heredero de las actitudes de intolerancia que tanta negrura trajeron a este país".

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Serán los servicios municipales los encargados de retirar la simbología de las calles y edificios públicos. El proceso será largo dado que la gran estatua de Millán Astray seguirá presidiendo una pequeña plaza que lleva el nombre del fundador de la Legión hasta la remodelación de toda la manzana, prevista para 2010. La decisión de ayer incluye revocar a Franco sus títulos de hijo adoptivo y predilectísimo de A Coruña así como de alcalde honorario y la medalla de oro de la ciudad. Otra veintena de colaboradores y ministros de la dictadura también quedarán despojados de sus honores, salvo Manuel Fraga, que conservará el título de hijo de A Coruña, concedido en 1968 por ser miembro del Gobierno de Franco.

Socialistas y nacionalistas no asumieron la lista de símbolos propuesta por los expertos en su integridad ya que seguirán en la galería de alcaldes del palacio municipal los retratos de dos regidores de la dictadura.

GABRIEL TIZÓN

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