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A Coruña, incapaz de frenar la protesta contra los gitanos

El Ayuntamiento no logra convencer a los vecinos de que no habrá realojos

Las espadas siguen en alto entre los barrios más jóvenes de A Coruña. Los vecinos de las zonas periféricas donde se concentra la edificación de viviendas, Novo Mesoiro, Eirís y Os Rosales, mantienen su calendario de movilizaciones preventivas, con una nueva manifestación hoy en el centro de la ciudad, contra la posibilidad, siempre negada por el Ayuntamiento, de que sean realojados en sus barrios los residentes de etnia gitana del poblado chabolista de Penamoa.

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De nada sirvió la reunión de anoche entre la responsable municipal de Asuntos Sociales, Silvia Longueira, parte de su equipo de técnicos y representantes de las comunidades de vecinos de Novo Mesoiro. Todo sigue igual: el Ayuntamiento garantiza que no habrá "porque ni es viable ni es posible ni está previsto" ningún realojo de los chabolistas de Penamoa en ese barrio de nuevo cuño, y tampoco en otros periféricos. Y los vecinos, o al menos una parte, se mantiene firme en su convicción de que el Ayuntamiento y la Consellería de Vivenda, les están engañando, "con premeditación y utilizando artimañas legales" para hacer un realojo encubierto de habitantes de la barriada chabolista.

No hay quien les apee de su creencia. Uno de los vecinos que se erigió en la reunión de anoche en portavoz de todos aunque sólo aceptó dar su nombre de pila, Esteban, acusó al ayuntamiento y al Gobierno gallego de "activar una bomba de relojería" para colocarla en los barrios jóvenes de A Coruña, donde viven familias hipotecadas hasta 30 años "y que lo pasan mal para llegar a fin de mes", con el único propósito de poder construir sobre los terrenos de la barriada "40.000 chalets unifamiliares de lujo". Es más: Esteban lanzó en su larga retahila de preguntas y aseveraciones ante el equipo municipal de Asuntos Sociales una amenaza para PSOE y BNG en las elecciones gallegas de 2009: Novo Mesoiro, donde viven unas 2.000 familias, muchas de ellas en viviendas de promoción pública, "lo tiene claro con sus votos".

Penamoa, con aspecto de inmenso vertedero y considerado uno de los grandes supermercados de la droga, es el poblado de chabolas más grande de Galicia. Su complicada eliminación, obligada por la construcción de la Tercera Ronda, la vía que conectará A Coruña con el resto de la comarca, se llevará a cabo antes de fin de año sin que en ningún caso se realice un realojo masivo de chabolistas en un barrio determinado de la ciudad, insistió una y otra vez la concejala Longueira. Pero los vecinos no la creen, como tampoco oyeron sus llamamientos a tener respeto por los derechos de las personas que acaban de ser adjudicatarias definitivas de 272 viviendas de promoción pública que la Xunta promueve en Eirís y Novo Mesoiro para diciembre y el segundo semestre de 2009. Longueira insistió en que se trata de personas con nóminas e ingresos justificados para acceder a esos pisos, a los que optaron 4.000 solicitantes. Pero para los representantes vecinales de Novo Mesoiro, hay incluidos en esa lista personas con apellidos muy comunes en Penamoa que lograron vivienda "gracias a las artimañas y certificados emitidos por el ayuntamiento". "Dudo que puedan ganar el salario minímo y sin embargo tienen piso en Mesoiro", acusó el portavoz vecinal.

En Pontevedra, los vecinos de Monte Porreiro también anunciaron que volverán a echarse a la calle para evitar que tres familias procedentes del poblado marginal de O Vao vuelvan a las viviendas que el Ayuntamiento de Poio les adjudicó en ese barrio. La tregua de la última semana quedó rota al no lograr un compromiso escrito de la Vicepresidencia de la Xunta que garantice que los gitanos no regresarán, informa Lara Varela.

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