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"Cosa" y "tocino" antes que persona

Repasando todos los diccionarios de la RAE desde sus orígenes (1713), se comprueba que el trato que recibieron los gallegos no tuvo equivalente en ninguna otra zona de España. Porque "gallego" empezó siendo para los académicos "cosa perteneciente a Galicia, como Tocino gallego o Gente gallega" y así siguió siendo hasta 1803. Entonces, la definición se cambió por la de "natural de Galicia o lo perteneciente a aquel reyno". Y cuando los gallegos eran cosa, los catalanes y los vascos eran ya naturales.

En 1884, cuando aparece por primera vez la acepción de gallego como "dialecto", el catalán y el vasco ya eran considerados por la RAE como "lenguas". Hasta 1970, la Academia siguió minusvalorando el idioma de la nacionalidad histórica del Noroeste. Y nunca jamás el gallego, como lengua o como dialecto, logró avanzar puestos en la lista de acepciones. Si ahora aparece detrás de "tonto" y "tartamudo", antes figuraba tras la gaita, el nabo o esa "mesa de gallegos" que no tenían para comprar pan de trigo o se dejaban desplumar por el contrario en la timba.

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Desde 1817 y hasta bien entrado el siglo XX, en las sucesivas ediciones se incluía este refrán: "A gallego pedidor, castellano tenedor". Y en 1992, para la Academia, Galicia (comunidad autónoma desde 1981) todavía era una "región".

Garipano llegó a preguntar a la RAE que, si de tópicos se trataba, por qué no recogía el significado de catalán como "tacaño", el de vasco como "bruto" o el de "español" como "facha", "que coloquialmente se usa bastante en Galicia". "Quizás sean algunos de esos términos los que haya que revisar", reconoce ahora Blecua.

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