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Dilema socialista por la manifestación del gallego

La dirección del PSdeG debate si se suma a la marcha del 18 de octubre

La dirección del PSdeG decidirá la próxima semana si apoya la manifestación en defensa del gallego convocada por la plataforma Queremos galego para el próximo 18 de octubre. Aunque entre los socialistas empieza a cuajar la idea de asistir a la marcha, e importantes dirigentes acudirán independientemente de la posición que se fije, será la Executiva Nacional del partido la encargada de definir el grado de implicación colectiva en la movilización.

Para Queremos galego, "sería cualitativa y cuantitativamente muy importante que el PSdeG se sumase". "La puerta sigue abierta", asegura Fran Rei, miembro de la dirección de la plataforma convocante. El activista, también vicepresidente de A Mesa pola Normalización Lingüística, considera el tejido social que orbita alrededor de los socialistas, en especial los sindicatos, factor clave. "Sabemos que agrupaciones locales del PSdeG se han sumado en las asambleas comarcales de la plataforma", asegura.

Prolingua, colectivo "apartidario", se constituye hoy en Santiago

Pero las dudas de los socialistas vienen de antiguo. Tras no asistir a las dos primeras reuniones constituyentes de Queremos galego pese a haber sido invitados, la existencia de otros colectivos de defensa de la lengua contribuyeron a instalar reticencias en el PSdeG. Entre tanto, A Mesa y los sectores del nacionalismo próximos a la UPG nuclearon la entidad que ha apostado por "la presión en la calle" e hilado su estrategia al 18 de octubre y a la presentación de una Iniciativa Legislativa Popular. Fran Rei, con todo, aplaude la actitud parlamentaria del primer partido de la oposición en el inicio de curso. "Han clarificado su posición", expone, "y es fundamental que se presenten iniciativas en defensa del gallego desde fuera del campo del nacionalismo".

La involucración de los habitualmente ajenos a los movimientos a favor del gallego centra las preocupaciones del colectivo impulsor del manifiesto Galego, Patrimonio da Humanidade. "Hay espacio para un discurso entre el deconstruccionismo del PP", explica el lingüista Henrique Monteagudo, "y el resistencialismo de ciertos sectores". Monteagudo se refiere también a la "necesidad de argumentos" para la defensa del gallego. "Hay que desmontar esa aberración falaz que utiliza el presidente de la Xunta", señala, "y que identifica gallego con imposición y castellano con libertad". El estado de opinión difundido desde la derecha y sus organizaciones contrarias a la normalización del gallego en los últimos tiempos del bipartito revirtió "lo que históricamente ha sido al revés: la lengua de Galicia es sinónimo de libertad".

Monteagudo también describe la intención de su colectivo "de elaborar un discurso que pueda resultar útil a sectores del progresismo [en referencia a PSdeG y sindicatos próximos] que sienten una simpatía difusa por el gallego pero que no lo traducen en programa político". Y ese discurso conlleva, entre otras razones, la reapropiación del concepto de bilingüismo, "una idea favorable a la lengua gallega y que aquí se ha vendido como disfraz de los monolingües en castellano".

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Precisamente esta mañana, en Santiago, se reúne con carácter constituyente otra plataforma, Prolingua. Nacida de la mano del escritor Xabier P. Docampo y con miembros como el académico Francisco Fernández Rei, la profesora Mercedes Queixas o el escritor Agustín Fernández Paz, se trata de un grupo "plural e inequívocamente apartidario, no jerárquico, en el que cabe toda persona que defienda la lengua, destinado a acciones concretas". 900 firmas avalan su manifiesto, algunas menos que el Manifesto pela hegemonia social do galego, que circula por la Red desde el mes de julio y responde a planteamientos reintegracionistas.

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