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Feijóo asegura que la consulta a los padres sobre el gallego será vinculante

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, visitó ayer Barcelona para encontrarse con representantes de varias casas de Galicia en Cataluña, donde viven 200.000 gallegos. Feijóo mantuvo que "una cosa es la normalización lingüística y otra bien distinta la imposición" para criticar el Decreto do Ensino que promovió el Gobierno bipartito y que ahora el PP pretende derogar. Sin embargo, su secretario general de Política Lingüística declaraba hace unos días que el bipartito "no había impuesto el gallego".

El jefe del Ejecutivo autónomo destacó la necesidad de "trasladar el modelo bilingüe de la calle a la escuela" y sentenció que "quien decide sobre la educación de los niños son los padres y no el Gobierno".

El presidente de la Xunta insistió en que su gabinete promoverá una encuesta sobre la lengua materna de cada niño. La novedad es que dicha consulta "será vinculante". Hasta ahora, ni Feijóo ni el nuevo secretario general de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, habían especificado cómo influiría el resultado de las encuestas familiares en la planificación educativa. El presidente de la Xunta especificó, eso sí, que el proyecto está sujeto a los recursos económicos de la Consellería de Educación.

El Plan Feijóo tiene la intención de establecer un porcentaje de asignaturas impartidas en castellano, otro porcentaje similar de materias en gallego y otro en inglés. Se trata de "buscar un equilibrio" entre las tres lenguas porque, según el líder de los populares, "el problema de Galicia no es el gallego ni el español, sino el inglés". Feijóo rechazó el "nacionalismo de importación que se afana en sembrar un sentimiento antiespañol" y a los "grupos minoritarios" que usan la lengua como "arma".

En Madrid, durante la presentación del nuevo director de la Casa de Galicia, José Ramón Ónega, el presidente de la Xunta repitió el mismo discurso y defendió un "galleguismo cordial y amable" que una a los gallegos. Porque, desde los primeros pasos de la autonomía, añadió, los gallegos expresaron su deseo de que la lengua "discurra por cauces de sosiego y moderación". Según Feijóo, esta es la mejor manera de impulsar el gallego como "una voz decisiva en el presente y el futuro de España".

El espíritu galaico

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La intervención del presidente ante empresarios y políticos gallegos -entre ellos, el ministro de Fomento, José Blanco- giró en torno al "espíritu galaico que se hizo llegar hasta América e Irlanda" y al "empeño especial" de los gallegos por participar "en las grandes empresas". Por eso, reivindicó la huella de Galicia en la capital de España. "Madrid también es cosa nuestra. Entre los innumerables aportes humanos de los que está hecha esta ciudad, el factor gallego tiene un lugar preferente", aseguró Feijóo, quien destacó el "afán de los gallegos por tener su sitio en la gobernación del país".

Como Galicia "nunca se dejó limitar por el tiempo, ni por la geografía ni por las ideologías estrechas", Feijóo abogó por "la galleguidad no como alejamiento de lo español, sino como forma de aportar a lo español nuestra visión de España".

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