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Elecciones municipales

Feijóo hace firmar a sus candidatos en las ciudades un pacto antilocalista

Los populares prometen por escrito eliminar "gastos supérfluos" en las ciudades

Feijóo vuelve a ponerse solemne para una campaña. Como en 2009, con el mismo fondo de la Praza do Obradoiro a sus espaldas, el presidente del PP presentó ayer otra especie de contrato con la ciudadanía, similar al que firmó en las autonómicas. Para la secuela, ahora en versión municipal, hizo desfilar a los candidatos de las ciudades para suscribir un documento, con las cámaras y la prensa como testigos.

Si el texto de hace dos años prometía regeneración y crear empleo como primer mandato para su Gobierno, ahora -mediada la legislatura y con un dato del paro que ha engordado en 63.800 personas hasta obligar a Feijóo a alegar en el Parlamento que casi no tiene competencias para luchar contra el desempleo- el nuevo texto obliga a sus cabezas de cartel a abjurar de los "localismos" y comprometerse con una gestión austera. Y todo con su firma por delante.

El presidente insta a fusionar servicios en los municipios pequeños

El manifiesto por la cooperación que ayer suscribieron con mucho protocolo, uno tras otro, Corina Porro, Carlos Negreira, José Manuel Rey, Telmo Martín, Jaime Castiñeira, Gerardo Conde Roa y Rosendo Fernández ante Feijóo, les previene para que no se peleen (este fue el verbo que utilizó el presidente) entre ellos si llegan a alcaldes y trabajen por la ciudad única que ansía el PP. Las promesas escritas de los candidatos, que enumeró Feijóo -único dirigente que tomó la palabra- "se transformarán en una obligación política, personal y moral, irrenunciable de los siete alcaldes". Entre ellos, el líder del PP gallego volvió a subrayar el deber de "superar los localismos y trabajar por una Galicia única y solida, el "de hacer más con menos y el de poner en marcha Gobiernos austeros y eficientes que prioricen la lucha contra el paro, la austeridad y eviten los gastos superfluos".

Pese a que la campaña de los populares gira sobre un único eje, que consiste en cargar tanto contra Zapatero como contra el resto del Gobierno socialista, ayer en Santiago Feijóo decidió censurar a los alcaldes socialistas que critican a la Xunta, a quienes llamó "islas de confrontación". Y le llevó a avanzar que, en el caso de ser elegidos, los futuros alcaldes del PP adoptarán un diálogo institucional (es de suponer que con la Xunta, puesto que al Gobierno central solo se le nombra para mal).

El último compromiso sobre el que estamparon su firma los siete cabezas de cartel llama a "respetar la voluntad de los ciudadanos". En versión del PP: que gobierne la lista más votada, porque según repite su líder eso es "lo limpio y democrático". Feijóo no explicitó -ni la prensa pudo preguntarle porque acumula tres días de campaña y una docena de actos públicos sin responder a ninguna pregunta- si ese mandato rige para los los 315 municipios o solo allí donde el PP no encuentra socios para pactar.

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El acto bajo la lluvia en el Obradoiro estuvo rodeado de tal boato, que a Rosendo Fernández, el hombre de Baltar en la capital ourensana, le pareció poco apropiado firmar semejante documento con un bolígrafo del partido. Tras un momento de duda, Telmo Martín, candidato en Pontevedra, sacó de su americana un lustroso Montblanc, con el que los sietes ratificaron el documento. Tampoco Conde Roa debía de ir acorde a la ocasión y en cuanto vio a sus compañeros con sus mejores galas, acudió a un hotel cercano a cambiar su aspecto desenfadado por un traje con corbata. Aprovechó los zapatos, que a fin de cuentas no salen en las fotos.

Ya en el mitin de O Barco de Valdeorras por la tarde la cosa fue más distendida, acorde a los actos donde intervienen los Baltar. Ayer, el hijo, José Manuel, saludó la entrada de Feijóo junto a su padre con la confirmación de que su antecesor seguirá al frente de la Diputación cuatro años más. "Otros no saben cuál es su candidato a la Diputación porque aún tienen que pactarlo", dijo, para levantar un nuevo dolor de cabeza a la dirección regional. El eterno barón provincial no dijo nada porque no interviene en los actos a los que acude la caravana de Feijóo. En O Barco el presidente invitó también a los municipios pequeños a colaborar entre sí fusionando servicios: "No puede haber 315 contratos para la misma cosa".

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