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Feijóo no respalda las acusaciones del PP de "espionaje" en el bipartito

El presidente rechaza que se "generalicen" las lenguas cooficiales en el Senado

Feijóo dio ayer un paso atrás en la campaña del PP contra el falso caso de espionaje de los socialistas al BNG en el bipartito. El informe sobre el entorno comunicativo de la Xunta, un trabajo de una fundación dependiente de Economía en el que se analiza la estrategia de prensa de las consellerías del anterior Gobierno, fue convertido por el número tres del PP gallego, Antonio Rodríguez Miranda, en un "Watergate" gallego. El secretario general del partido, el conselleiro Alfonso Rueda, acusó a socialistas y nacionalistas de "vigilarse con dinero público". El presidente de la Xunta lo rebajó ayer al rango de algo "un poco raro", que no se atrevió a calificar de espionaje.

"El calificativo es sin duda un calificativo opinable", comenzó reconociendo Alberto Núñez Feijóo, a preguntas de los periodistas tras el Consello de la Xunta; "lo que no es opinable es que esto es un poco raro". El presidente gallego se preguntó si una institución como la Fundación Sociedade do Coñecemento de Galicia debe financiar con fondos públicos lo que en realidad es el informe: "Un estudio para opinar de los jefes de prensa de cada una de las consellerías". De hecho, el estudio se detiene en más detalles en las áreas socialistas que en las del BNG, aunque Feijóo rectificó sobre la marcha, para referirse después al asunto como "informes de jefes de prensa del partido coaligado del Gobierno", como si los de las consellerías socialistas no apareciesen en el trabajo, elaborado por una consultora.

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El de la Fundación Sociedade do Coñecemento no fue el único asunto en el que Feijóo se desmarcó de su partido. También dejó entrever su rechazo a Nidia Arévalo, apartada del partido desde la moción de censura con el apoyo de un tránsfuga, como candidata a la alcaldía de Mos. Feijóo recitó las habituales acusaciones al PSOE de haber roto el pacto antitransfuguismo en Benidorm, pero al ser preguntado sobre si le agradaba la candidatura de Arévalo, declaró. "Mi opinión la dije en el partido y los compañeros lo saben". "Es cierto que el presidente del partido tiene unas responsabilidades y no voy a hurtar ninguna de las que tenga, pero mi opinión la conocen los presidentes locales y la conocen con mucha amplitud", añadió, sin dar más pistas.

Ayer mismo, el presidente del PP de Mos, Camilo Augusto Martínez, reconoció en declaraciones a Europa Press que su partido "no contempla otra posibilidad" que la de Arévalo, expulsada del PP tras la moción de Mos. De su rehabilitación en el PP da fe su participación estos días en la feria de turismo de Madrid Fitur, en la que acompaña al presidente de la Diputación y del PP de Pontevedra, Rafael Louzán, su principal valedor.

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En lo que sí se alineó con las tesis oficiales del partido fue en la polémica por el uso de lenguas cooficiales en el Senado. Feijóo lo consideró "correcto" para debates puntuales, pero puso a los parados por delante para rechazar que se generalice a todos los debates. "Los españoles y los parados no entienden", agregó, "que senadores que no utilizan el pinganillo para charlar en el pasillo o en el escaño, sí lo hagan desde la tribuna". En todo caso, apuntó que no se trata "de una cuestión de ideología, patriotismos ni nacionalismos, sino de lógica y responsabilidad".

Feijóo, por otra parte, atribuyó al Gobierno el debate, abierto por José María Aznar y continuado por Mariano Rajoy, sobre el modelo autonómico. El ex presidente del Gobierno lo calificó de inviable y el líder del PP lo calificó de mejorable. El titular de la Xunta se alineó con este último, pero acusó a Zapatero de abrir el debate, con el objetivo de "centrifugar la responsabilidad del déficit y la deuda echando la culpa a las autonomías". Son "incoherencias" del Gobierno que provocan "una enorme turbulencia económica, social y política" en España. Sobre el debate mismo, Feijóo repitió el equilibrismo de Rajoy para discrepar de Aznar sin desmentirlo. Así, abogó por un modelo "sin duplicidades, para que todo no se multiplique por 17", aunque, parafraseando al presidente del PP, sin que eso sea "una enmienda a la totalidad al Estado autonómico".

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