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Feijóo sitúa las desavenencias en el bipartito en el centro de su estrategia

El líder del PP, que cumple dos años en el puesto, trata de desautorizar a Touriño

"El problema de Galicia es que no tiene presidente". "El saldo de la credibilidad de Emilio Pérez Touriño está en números rojos" y "su palabra no tiene valor". La Xunta tiene "dos proyectos y dos presidentes" y es "el Gobierno más grotesco de Europa". De él sólo falta "conocer la fecha de defunción".

Son palabras de Alberto Núñez Feijóo pronunciadas a lo largo de dos años de preguntas parlamentarias dirigidas al presidente de la Xunta en las sesiones de control que el Parlamento de Galicia celebra cada quince días. Y resumen perfectamente los mensajes sobre los que el sucesor de Manuel Fraga ha construido su discurso político desde que, hace ahora dos años, sus compañeros de partido le eligieran para dirigir la reconquista del poder en Galicia.

A lo largo de estos 24 meses, Feijóo ha definido sus prioridades como líder de la oposición a través de las 33 preguntas que ha planteado a Emilio Pérez Touriño. Y en ese dibujo destaca por derecho propio la preocupación del líder del PP por las desavenencias en el seno del Gobierno bipartido, hasta el punto de que este asunto de haber incluido ese asunto en 12 de las sesiones de control que han enfrentado a ambos políticos en el Parlamento. De hecho, las referencias de Feijóo a los enfrentamientos y las contradicciones entre el PSdeG y el BNG han ido en aumento: el año pasado se refirió a estos problemas hasta en ocho plenos, el doble de veces que en su primer año como líder de la oposición. La construcción naval, la televisión pública, el voto emigrante, el incidente del carguero Ostedijk o las transferencias pendientes han dado munición a Feijóo a lo largo de los dos años que lleva al mando del PP en Galicia.

El argumentario del presidente del PP añade a las dificultades internas de la Xunta un segundo elemento: la falta de credibilidad de Emilio Pérez Touriño. Feijóo también utiliza esta referencia como un hilo conductor de su discurso y lo hace cada vez con más frecuencia en combinación con alusiones a su "falta de peso", tanto en la política nacional como en el conjunto de su Gobierno.

Las discrepancias internas dentro del Gobierno bipartito y el papel que juega el presidente han sido el principal asunto de interés de Núñez Feijóo durante estos años pero no el único. El temario del líder de la oposición incluye también otras inciativas.

Las infraestructuras

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El Plan Galicia comenzó siendo uno de las preocupaciones más sentidas por parte de Feijóo, pero ha terminado por perder presencia en la lista de asuntos sobre los que interroga al presidente cada quince días en el Parlamento. De todos modos, el líder del PP sigue dando enorme importancia al cumplimiento de los plazos del AVE.

Las iniciativas de control del jefe de la oposición se han dirigido también a denunciar las medidas de protección de litoral puestas en marcha por el actual Gobierno, a criticar el modelo elegido para suprimir el pago de peaje en los tramos de la autopista AP-9 de A Barcala y Rande y, sobre todo, acusar a Touriño y a su conselleira de Política Territorial de haber modificado la adjudicación de las obras de construcción de la futura autovía del Barbanza para favorecer los intereses del PSOE. Feijóo repitió en varias ocasiones que esa decisión se tomó además a costa de que el proyecto cueste 30 millones de euros más de lo previsto inicialmente.

La economía, en crisis

El segundo gran bloque de temas a los que el líder del PP ha dedicado mayor atención durante sus primeros dos años al frente de la oposición tienen que ver con la economía. Aquí ha tenido tiempo para pedir explicaciones sobre el plan de acuicultura, la situación de las cuotas lácteas, los problemas del sector primario, las dificultades del naval ferrolano para volver al mercado de la construcción civil, la evolución del paro o, mucho más recientemente, los signos de desaceleración económica.

Las reglas de juego

Las preguntas de Alberto Núñez Feijóo incluyen cada vez más a menudo referencias al incumplimiento de las reglas de juego democráticas. En el último año ha interrogado hasta en dos ocasiones a Touriño acerca de la supuesta falta de independencia de la televisión y la radio públicas, ha cuestionado la actuación del presidente en sus visitas a los emigrantes y ha negado que el bipartito haya sido capaz de convertir el Parlamento en el eje de la vida política de Galicia.

El sistema institucional

Otro capítulo destacado en el libro de prioridades del líder de la oposición tiene que ver con el autogobierno y la supuesta dificultad del bipartito a la hora de conseguir nuevas transferencias de competencias. En este ámbito, Feijóo ha dedicado también iniciativas a preguntar al Gobierno qué piensa hacer con las diputaciones provinciales, cuál es el modelo de área metropolitana que planea aplicar en Vigo.

Además de estas cuestiones, en la lista de asuntos a los que Feijóo ha prestado atención durante estos dos años figura otros muchos, aunque en un número mucho menos significativo. Destacan, con todo, algunos de ellos: los incendios forestales, la seguridad marítima, las listas de espera, la educación o la política de contratación del personal al servicio de la Xunta, un problema al que ha dedicado hasta tres preguntas a lo largo de 2007.

Núñez Feijóo, en una sesión de control el pasado septiembre.
Núñez Feijóo, en una sesión de control el pasado septiembre.A. IGLESIAS

Demagogia oportunista

Las preguntas de Feijóo reproducen pleno tras pleno la misma estructura básica (el líder del PP acostumbra a salpimentar su discurso con referencias al debate político de cada momento para acabar concluyendo que hay dos Gobiernos y que el presidente carece de autoridad).

Pero el responsable de la oposición no es el único que se repite en las sesiones de control. Emilio Pérez Touriño aprovecha todas y cada una de las preguntas que Feijóo le plantea en el Parlamento para recordar la herencia que los gobiernos de Manuel Fraga legaron al bipartito. El presidente convierte así cualquier asunto, desde las infraestructuras al saneamiento, pasando por los incendios o el urbanismo, en un problema que o bien tiene origen en los años de mandato del PP o bien los populares lo gestionaron mucho peor que lo que lo hace la Xunta en la actualidad. Por no variar, Touriño ni siquiera cambia la composición de los reproches que dirige a Núñez Feijóo y que, en cada pleno, incluyen los mismos ingredientes: "falta de rigor", "demagogia" y "oportunismo".

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