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Reportaje:

Flechas arrojadizas en el Camino

El alcalde de Cea borra las señales de la ruta para desviar a los peregrinos del vecino Piñor

Las flechas indicativas del Camino de Santiago sobrevuelan como dagas los municipios limítrofes ourensanos de Cea y Piñor. Se han convertido en armas arrojadizas por hacerse con la "titularidad" de la Ruta de la Plata y, de paso, con el negocio derivado del breve paso de los peregrinos en su viaje hacia Compostela.

La lucha por el tramo del Camino ha llevado a los de Cea, comandados por su alcalde, el baltarista José Luis Valladares, a borrar día sí y día también -"aunque ahora ya lo hacemos menos a menudo, estamos hartos", sostiene el regidor- las flechas oficiales que, a la altura del albergue, señalan al peregrino la ruta de la Vía de la Plata por Piñor, en donde gobiernan los socialistas. Valladares se empeña en que el tramo hasta Dozón debe ir por Oseira (localidad perteneciente a su municipio y sede del monasterio), con lo que reconoce que él y sus vecinos borran los indicativos hacia Piñor mientras invitan al peregrino a desviarse por Oseira.

El regidor de Cea admite que elimina señales para llevar el tramo por Oseira
Hasta los inspectores de la Xunta acaban perdiéndose en el laberinto

"No sé quién pinta esas flechas; por más que las borramos vuelven a aparecer", se pregunta Valladares convencido, sin embargo, de que "el alcalde de Piñor no tendrá nada que ver". "Vamos, de eso estoy casi seguro", puntualiza. El aludido, el socialista Francisco Fraga, se echa las manos a la cabeza. No da crédito al descubrir que es su homónimo quien elimina las indicaciones "que pinta la Xunta o la Asociación de Amigos de la Vía de la Plata", controlada también por el PP.

Fraga apela a que "históricamente" el Camiño recorre Piñor a lo largo de 10 kilómetros. El socialista sostiene que fue señalado de forma oficial por la Xunta y reconocido en el Diario Oficial de Galicia en 1998. Además, muestra las "pruebas" de los convenios firmados con el Ejecutivo autónomo para desbroce, mantenimiento y mejora del camino y la colaboración para la programación de actividades en su municipio. "Está bien que el peregrino que quiera visite Oseira, que es una maravilla, pero la ruta tiene 10 kilómetros más por ahí hasta Dozón; o sea, el doble de trayecto", explica Fraga.

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Valladares no se inmuta. Asegura que el "camino real" es por Oseira. Y está dispuesto a seguir borrando flechas. "Hombre, yo no lo puedo asegurar, no tengo la certeza, pero se ve que algunos bares quieren hacer negocio", sostiene el regidor popular, en alusión a los hosteleros de Piñor.

En medio de la refriega, las saetas de los comerciantes de Piñor apuntan también hacia los monjes del monasterio y a sus ventas de licores y otros productos. "Reclaman el tramo por ahí porque un peregrino acabó ingresando en el monasterio y la Iglesia llegó a beatificarlo", conjeturan los vecinos de Piñor.

Ayer terció en la polémica la dirección provincial del PSdeG. Su secretaria de Organización, María Quintas, acusó a la Xunta de no haber delimitado más que el Camino francés, provocando con ello que se produzcan situaciones como ésta que "no son realmente una lucha entre ayuntamientos, sino la evidencia de la desidia del Gobierno gallego, que ha hecho del Xacobeo 2010 una oportunidad perdida para Galicia".

Mientras la Xunta mantiene en el limbo la delimitación de los caminos, los propios inspectores que el Gobierno envía a comprobar las ejecuciones de las obras acaban perdidos en Cea. Llaman al Ayuntamiento de Piñor para que los auxilien. También los peregrinos que se encuentran con una bifurcación con dos señales se pierden en el nebuloso laberinto de las flechas. Protección Civil ha tenido que recoger ya a unos cuantos, desorientados por tanta indicación contradictoria.

Para los socialistas, la "dejadez" de la Xunta en la delimitación del trazado supone un "incumplimiento" de sus competencias recogidas en el Estatuto de Autonomía y en la Constitución. Pero además, ven en ello una "arbitrariedad" que siempre beneficia al PP.

Quintas pone más ejemplos de arbitrariedad. Los de la comarca de Cea pugnan por no demasiados euros. Pero, según los socialistas, es lo mismo, en otra proporción, que ocurrió con la adjudicación de las ayudas para la rehabilitación de casas rurales que la Xunta ofrecía en 2004. "Curiosamente, fueron a parar a familiares de significados dirigentes del PP y, en algún caso concreto, cuando se llamaba para reservar habitación, siempre estaba completo, cuando lo que ocurría era que la familia beneficiada vivía allí y la casa no funcionaba como instalación turística".

La Xunta "abandona" sus competencias hasta el punto, sostienen los socialistas, de que Galicia deja de optar a ayudas europeas y de poner el peligro la declaración del Camino como Patrimonio de la Humanidad. Mientras tanto, los vecinos de Cea y Piñor pasan los días borrando y pintando flechas.

Un vecino de Cea señala unas flechas fraudulentas, pintadas encima de las originales.
Un vecino de Cea señala unas flechas fraudulentas, pintadas encima de las originales.NACHO GÓMEZ

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