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Reportaje:

Frigoríficos de CO2

Premio a una ingeniera por idear un sistema de refrigeración con dióxido de carbono

Los mismos gases contaminantes que calientan el planeta se pueden reciclar para enfriarlo. La producción de circuitos de frío a partir de elementos naturales tan comunes como el dióxido de carbono es la idea con la que la joven ingeniera Cristina Gómez Fernández se ha ganado el aplauso del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia (Icoiig), en el que pretende ingresar dentro de poco.

A esta ferrolana de 24 años y de familia frigorista le tira el frío. Acaba de licenciarse con matrícula de honor en la Escuela Politécnica Superior de Ferrol y siempre tuvo claro que su proyecto de fin de carrera sería un circuito refrigerante. Gómez Fernández se propuso sustituir los químicos artificiales, agrupados como HFC (nombre genérico para los refrigerantes de origen industrial), por otros de origen natural. Para enfriar, optó por un hidrocarburo tan corriente y abundante como el dióxido de carbono (CO2). "Es una alternativa natural y responsable con el medio ambiente", asegura Gómez.

El colegio de ingeniería cree que el proyecto es "viable técnicamente"
La autora propone usar las emisiones de la térmica de As Pontes

Sobre el papel, su planta de refrigerado cuenta con dos circuitos aislados e independientes que trabajan en cascada, divididos en dos niveles que se conectan mediante un intercambiador de calor. En el primer nivel, se coloca un químico artificial (R4004A), mientras que el segundo, trabaja con dióxido de carbono.

La ingeniera aclara que su diseño no sustituye "al 100% los refrigerantes artificiales", pero los rebaja notablemente, adelantándose a la normativa europea que camina en esa dirección y que propone a los Estados miembros el reto de prescindir completamente de los componentes artificiales en la refrigeración. De momento, sólo ciertos países nórdicos la cumplen, pero los expertos coinciden en apostar por el dióxido de carbono como un refrigerante abundante, económico y eficiente.

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La idea se le ocurrió observando los paneles refrigerantes de los supermercados. Buscó un lugar de tamaño medio, donde poner en marcha un sistema mixto que combinase congelación y refrigerado y lo encontró en una tienda de la cadena Eroski, en As Pontes. "Elegí este supermercado porque tienen una instalación muy específica y diferente a otras tiendas", explica esta ingeniera. La misma empresa que realizó la instalación frigorífica del supermercado pontés le facilitó los planos de la tienda, y tras visitarlo, se puso a trabajar, tomando sus dimensiones y sistemas como referencia real.

Los ingenieros gallegos consideran que el proyecto de Gómez Fernández "es técnicamente viable" y que los costes económicos son "razonables", las dos claves para su éxito futuro. El único inconveniente que se ha encontrado en el desarrollo del proyecto es "la alta presión que se genera en el sistema", concluye el informe técnico.

Su propuesta de reemplazar los refrigerantes químicos por hidrocarburos naturales también abre las puertas al reciclaje de los gases generados en la producción industrial. Gómez Fernández opina que incluso se podría emplear como elemento motriz el dióxido de carbono que emana de la chimenea de la central térmica de As Pontes. "Creo que es posible, pero habría que adecuarlo", puntualiza.

El Icoiig, que agrupa a los ingenieros industriales de Galicia, entregó la semana pasada sus premios anuales a los mejores proyectos de fin de carrera de los estudiantes de las escuelas técnicas de Ferrol y Vigo. Tres mujeres del campus ferrolano, y tres hombres del de Vigo coparon el podio. Aunque el trabajo de Cristina Gómez se llevó el gato al agua, la propuesta de Nadia Rego para mejorar el proceso de extracción de pizarra para cubiertas -aumentando la productividad y restando riesgos ergonómicos-, y el proyecto de Noelia Fernández Díaz para la construcción de un gasoducto de transporte secundario entre la planta de Sabón (Arteixo) y Baio, en Zas, quedaron en segundo y tercer lugar.

Marcos Blanco, alumno de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (Etsii) de Vigo, también logró el primer galardón de su facultad con un proyecto en 3D que permite estudiar el comportamiento dinámico de los vehículos. "Es un simulador de carreras que permite mejoras en el comportamiento del piloto y aplicaciones en competiciones deportivas", explica su autor.

Dos compañeros de Blanco, Alejo Santana Alonso y Rubén de la Mano, quedaron segundo y tercero en el concurso vigués. Santana sorprendió con un curioso proyecto de robots "policías", vinculado a la domótica -casas automatizadas- para vigilar espacios cerrados e interiores, mientras que De la Mano, se centró en el proceso de desgaste durante el proceso de inyección del plástico en moldes reutilizables.

La ingeniera Cristina Gómez Fernández, en la plaza de Ultramar de Ferrol.
La ingeniera Cristina Gómez Fernández, en la plaza de Ultramar de Ferrol.GABRIEL TIZÓN

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