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La Fundación San Rosendo prevé ganar 10 millones con el pelotazo de Vigo

La organización asistencial ya tiene comprador para el solar recalificado

La Fundación San Rosendo ya ha adquirido un compromiso con la constructora Puentes y Calzadas para vender el solar recalificado en Vigo. El edificio de la esquina de la plaza de Santa Rita, cedido a la San Rosendo por otra fundación, la Fernández Pereira, para dedicarlo a residencia de ancianos, ha sido tasado en 10 millones de euros, según confirmó su presidente, el sacerdote Benigno Moure.

El edificio, con una residencia cerrada por la Vicepresidencia de la Xunta y un colegio público de ocho unidades para 320 escolares, es el extremo de una zona dedicada a equipamientos. Una alegación presentada por Moure al plan general de Vigo permitió duplicar la superficie para construir en la parcela, que previamente había sido recalificada en la redacción inicial del proyecto urbanístico. El BNG, que entonces tenía la responsabilidad del urbanismo municipal, no explica los motivos de la recalificación porque, alega "en el actual equipo de gobierno no hay nadie de anteriores mandatos que lo sepa".

Con la recalificación, el solar de Santa Rita, de 1.395 metros, podría soportar una edificabilidad de 7.390 metros cuadrados (ahora hay construidos 4.190). La fundación, según Benigno Moure, ha puesto el inmueble en manos de varias agencias para que busquen comprador a un precio de referencia de "unos 10 millones de euros".

Moure ya ha firmado, sin embargo, un compromiso de venta con la empresa Puentes y Calzadas cuya cuantía no quiere precisar, aunque sí que la transacción está condicionada a que la recalificación se consolide en el plan general de Vigo. La incógnita se despejará la próxima semana.

Al mismo tiempo, la fundación intenta recalificar y urbanizar para viviendas otra finca de 7.500 metros cuadrados en Gondomar que también perteneció a la Fundación Fernández Pereira, absorbida por la San Rosendo en 2002. Los herederos de la familia Fernández Pereira reniegan ahora de esa integración. Con los beneficios de ambas operaciones, la fundación pretende financiar "un gran balneario" en Ourense.

La Fundación Fernández Pereira tiene su origen en una familia de seis hermanos, dos de ellos monjas, que la crearon con la herencia que les correspondía y otras aportaciones. Las monjas también fundaron una congregación que ahora atiende una guardería laboral para 250 niños en Borreiros (Gondomar). Construyeron una residencia de ancianos en Valeixe-A Cañiza, en propiedades donadas por un seguidor, y compraron a la Caja de Ahorros de Vigo, en 1987, el edificio de la plaza de Santa Rita.

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Ese inmueble funcionaba como residencia de estudiantes y las monjas la adaptaron para ancianios, hasta que las instalaciones quedaron obsoletas. El párroco de Valeixe, José María Vázquez Piñeiro, miembro de los patronatos de las dos fundaciones, ofreció una solución, la agregación de la Fundación Pereira a la San Rosendo, que empezó a mover piezas. La casa matriz del patrimonio Fernández Pereira está en Borreiros, donde la San Rosendo integró a sus dominios una finca de 7.500 metros cuadrados destinada a una nueva residencia de ancianos. El proyecto ya estaba ultimado. En el convulso planeamiento urbanístico de Gondomar -plan general intervenido por la Xunta y dos concejales en el banquillo por flagrante corrupción- el ámbito de la finca está reservado para equipamientos, del que la guardería es la primera pieza. La San Rosendo intentó cambiarlo el año pasado.

El alcalde, en contra

El ahora alcalde nacionalista, Antonio Araúxo, estaba entonces en la oposición y alertó del intento de pelotazo de la fundación, que pedía licencia para segregar los 7.500 metros en tres parcelas que se destinarían a viviendas. En Borreiros se cotiza de 120 a 150 euros el metro cuadrado. Araúxo lidia "el cristo urbanístico" del pueblo, según sus palabras, y en estos días tiene concertada una cita con Moure, pero adelanta: "No la recalificaremos, seguirá destinada a equipamientos".

Moure prefiere no adelantar nada de sus proyectos en Gondomar. Y apunta que con ambas operaciones, la de Vigo y Gondomar, sólo quiere obtener financiación para construir "un gran balneario en Ourense" con los criterios y al amparo de la ley de dependencia. Es un experto en el tema, como presidente del Grupo Caldaria, que integra los balnearios de Arnoia, Laias, Lobios y el Hotel Abadía Caldaria. "Será para dependientes y familiares", anticipa Moure, que no quiere concretar su ubicación para "para no dar pistas a los especuladores".

Paralelamente, las dos monjas y otra superviviente de las hermanas Fernández Pereira, que pagaron religiosamente su cuota para vivir en la residencia de Santa Rita que ellas fundaran, fueron realojadas en la de Valeixe, dirigida por el cura intermediario de la fusión, Vázquez Piñeiro. Las hermanas Fernández Pereira denunciaron malos tratos en Valeixe y fueron realojadas en otra residencia de la San Rosendo, donde una de ellas falleció.

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