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A Guarda se queda sin ferry con Caminha en marea baja

María Fernández

La prensa local de Caminha (Portugal) lleva semanas bramando contra las autoridades españolas porque este año no han dragado la desembocadura del río Miño. La consecuencia inmediata es que en marea baja se ha suspendido el servicio de transbordador entre ese municipio y A Guarda, porque la acumulación de sedimentos no ofrece a los barcos el suficiente calado para navegar.

El problema, y la solución, tiene que ver con quién paga el casi millón de euros que cuesta retirar las arenas que se acumulan. El transbordador Santa Rita de Cássia funciona desde 1995, fecha en que se firmó un protocolo entre ambos ayuntamientos para utilizar la ruta transversal que une las localidades. Cada año ocurre lo mismo: 60.000 metros cúbicos de tierras, principalmente del cercano río Coura, se obturan el estuario. Hasta 2007, las autoridades portuguesas encargaban a una empresa privada la retirada de los materiales, que luego vendía a firmas de áridos sin apenas coste para la Cámara Municipal de Caminha. Desde esa fecha, el Ministerio de Medio Ambiente español tomó las riendas del dragado desde la Dirección General del Agua. La legislación española impide utilizar esos sedimentos para cualquier fin que no sea la regeneración de playas y prohíbe su comercialización.

El último dragado se realizó a finales de 2009. El ministerio español todavía no ha utilizado toda la arena extraída en aquella operación.

Sin capacidad

El alcalde de A Guarda, José Manuel Domínguez, se reunió este lunes con su homóloga portuguesa, Júlia Paula Costa, para buscar soluciones que salven un transporte utilizado por 200.000 personas cada año. Ninguno de los dos ayuntamientos tiene capacidad financiera ni competencias para ordenar la retirada de los lodos, lo único que pueden es hacer la solicitud ante sus respectivos gobiernos.

"Teníamos el compromiso del dragado del anterior secretario general del Mar [Juan Carlos Martín Fragueiro, recientemente cesado tras la crisis de Gobierno] y queremos hacerlo valerlo ante la nueva responsable", aseguró ayer el regidor de A Guarda. Domínguez advirtió que la solución tiene que pasar por un acuerdo entre los dos países y recordó que para España el ferry es muy importante desde el punto de vista turístico. "No vamos a renunciar a él", aseguró.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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