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Guerra reconoce que la ausencia de primas eólicas amenaza el concurso

El BNG pide la dimisión del conselleiro por la gestión del reparto del viento

María Fernández

Tardó en admitirlo, pero después de casi dos horas de tenso debate parlamentario glosando la brillantez del concurso eólico, Javier Guerra, conselleiro de Economía, reconoció que el prometido maná hace aguas. "Las empresas se presentaron sin saber cuáles son las primas eólicas, por eso no las pueden financiar los bancos, ese es el principal problema", aseguró. Aunque esos estímulos dependen del Ministerio de Industria, algo que se apresuró a recordar a la oposición, la parálisis del sector que vive Galicia en las dos últimas legislaturas también ha contribuido a que el aviso de naufragio del reparto de 2.325 megavatios suene más fuerte.

Para el conselleiro el proceso "acumula una lista de éxitos que lo hacen imparable". Porque la concesión que hizo al final de su discurso no empañó su descripción de un plan que, en sus cálculos, creará 14.000 empleos, con una inversión privada de 6.000 millones de euros en plena crisis. En un momento de su intervención, a petición propia, llegó a comparar el concurso con el impacto económico que tendrá el AVE. Aunque no explicó -ni la oposición se lo pidió- cómo se mantienen las multimillonarias cifras si 24 de las 36 ofertas ganadoras van a adaptar a la baja sus proyectos porque no recibieron el mínimo de megavatios que requerían. Sobre otras aclaraciones, como la que solicitó desde el PSdeG José Luis Méndez Romeu a propósito de que algunas empresas consignen gastos de personal ridículos (de 2.000 euros por persona y año) para justificar la creación de puestos de trabajo, Guerra echó balones fuera. "El compromiso no es el salario, es la creación de un número de puestos de trabajo y de planes industriales. Y la mesa de valoración [del concurso] consideró el salario. Y pese a todo, las cuentas cuadraban, pero no es una decisión del conselleiro". Para Guerra también cuadran las valoraciones de planes que no crean, a criterio de la comisión, ningún puesto de trabajo, porque "puntuaron por otros conceptos". El titular de Economía también defendió que Gamesa, una de las pocas firmas que desarrollaron verdaderas inversiones al calor de las concesiones de la etapa de Fraga, fuese relegada esta vez. "Presentaba compromisos de 50.000 euros por megavatio [cuando la media alcanza los dos millones]".

Méndez Romeu pidió al conselleiro "más humildad y menos prepotencia"

El menudeo del concurso fue arrinconado a un segundo plano por la trifulca sobre la anulación del anterior proceso, impulsado por el bipartito, ahora que el Tribunal Superior de Xustiza acaba de avalar el decreto derogado. Para el nacionalista Henrique Viéitez todo se resume en una "mentira goebbelsiana" del PP ayudada por los "poderosos enemigos", que, según él, tiene el BNG. No pasó la ocasión para pedir la dimisión del conselleiro, al que tachó de mentiroso.

Desde las filas socialistas, Méndez Romeu le pidió más humildad y menos prepotencia después de que el debate se encendiese a cuenta de un muestrario de fotografías. El conselleiro alzó la primera desde la tribuna para enseñar a Ignacio Sánchez Galán (presidente de Iberdrola) fundido en un abrazo con Feijóo tras la victoria electoral. Quiso justificar así que su partido no favoreció a ninguna empresa (la compañía recibió tres megavatios) en el reparto. A continuación mostró una foto de Anxo Quintana (BNG) con Jacinto Rey, constructor beneficiado en el anterior reparto. La oposición estuvo rápida: replicó con dos imágenes sacadas de contexto de Rajoy y del propio conselleiro, como queriendo decir que jugar sucio es fácil, pero empobrece.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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