Hallados los cuerpos de tres guerrilleros en Triacastela
Mineros bercianos fueron fusilados en el monte por la Guardia Civil en 1946
La defensa de unos ideales políticos y su condición de sindicalistas acabaron llevando ante el pelotón de fusilamiento a tres mineros del Bierzo que huyeron al monte justo al estallar la Guerra Civil. Pasados casi 57 años, ayer fueron localizados sus cuerpos en la parroquia de Vilabella, en el municipio lucense de Triacastela, donde habían sido enterrados en una fosa común.
Los miembros de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), con un equipo de dos arqueólogos y ocho voluntarios, no tuvieron que buscar mucho. Comenzaron poco después del mediodía y a primera hora de la tarde ya dieron con los cadáveres de los tres mineros leoneses que, huyendo de la represión, habían abandonado los yacimientos de carbón para refugiarse a la sombra del bosque, donde sobrevivieron durante siete años.
Pedro Voces tenía tres hermanos que también fueron ejecutados por maquis
Pedro Voces Canóniga, vecino de Villabuena; Antonio Vega Guerrero, de San Juan de Mata, y Félix Yáñez González, de Campelo, todos ellos con edades comprendidas entre los 28 y 30 años, huyeron al monte en 1936. Su agudeza les ayudó a burlar en varias ocasiones el cerco de las fuerzas de seguridad franquistas. Hasta que el 12 de noviembre de 1943 fueron capturados y fusilados sin miramientos por la Guardia Civil.
La insistencia de las familias de las víctimas ha sido determinante para que la ARMH tuviese constancia del caso y se decidiese a acometer la exhumación. Los tres provenían de familias con claras inclinaciones izquierdistas y republicanas. El caso más llamativo es el de Pedro Voces Canóniga: cuatro de los cinco hermanos se echaron al monte y se hicieron maquis. Tres de ellos acabaron sus días fusilados y el otro cumplió prisión durante 16 años tras entregarse voluntariamente a la Guardia Civil.
También Antonio Vega Guerrero pertenecía a una familia de represaliados. Después de que su hermano Luciano fuese paseado por los franquistas, tomó la determinación de huir al monte. Voces y Vega, junto al tercer fusilado, Félix Yáñez González, de origen vizcaíno, formaban parte "probablemente de la CNT", según el vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, ya que sus familias se movían en el ámbito del anarcosindicalismo. Primero se echaron al monte en el Bierzo pero acabaron pasando a Galicia se supone que destinados por los mandos de la Federación de Guerrillas León-Galicia, fundada en 1942.
Según cuenta Macías, se piensa que los traicionó un compañero del maquis, quien indicó a la Guardia Civil su escondite y los condenó así al pelotón de fusilamiento.
