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La asfixia financiera de los ayuntamientos

Ingenio contra la falta de recursos

La mayoría de las pequeñas localidades rechazan la fusión municipal pero piden a la Xunta que potencie los servicios consorciados

Contra el zarpazo de la crisis, el ingenio de la gestión eficiente. El pequeño ayuntamiento ourensano de Piñor (1.400 habitantes repartidos en 63 núcleos de población y un presupuesto de un millón de euros) ofrece a sus vecinos servicios de fisioterapia y de lavandería a domicilio, educadora social para menores con dificultades, programas contra el alcoholismo, club de lectura, programas de refuerzo escolar; book-crossing (un sistema de liberación de libros: se dejan en cualquier punto del pueblo para que pueda recogerlo quien tenga interés en leerlo), programa de compostaje doméstico y un plan de igualdad que va por la segunda edición, entre un sinfín de otras actividades.

Mientras los grandes ayuntamientos gallegos se aferran a los millones del Plan E para sobrevivir en el filo de la crisis ejecutando grandes obras, los pequeños, asfixiados por raquíticos presupuestos con los que hacer frente a los servicios de una cara y dispersa población envejecida, se las ingenian para capear el temporal. Y salen adelante: no hacen grandes infraestructuras, atienden directamente el bienestar de los vecinos.

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Ni la escasez de medios, ni el temor al recorte administrativo los amilana. En términos generales, no quieren oír hablar de la fusión municipal aunque todos apuntan a la unificación de servicios -especialmente el de la recogida de basura- junto a otras medidas eficientes, para resistir mejorando.

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El alcalde de Piñor, Francisco Fraga (PSOE) -que además es vicepresidente ejecutivo de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp)-, encontró ya hace años la fórmula para la resistencia eficiente: el copago. "Con nuestro presupuesto y la crisis encima, no podíamos permitirnos ofrecer buenos servicios a los vecinos, así que decidimos cobrar en función de los recursos de cada usuario". En su opinión, los administrados valoran mucho más así las prestaciones que reciben.

Fraga es contrario a la fusión municipal, pero está a favor de la unificación de servicios. El regidor socialista cuestiona el papel de la Diputación ourensana que "en lugar de asumir estas tareas, o de prestar arquitectos a los concellos, le regala un campo de hierba al colegio privado de los Salesianos".

Para luchar contra el revés de los malos tiempos y de una institución provincial "que no cumple con su papel de prestadora de servicios a los concellos", Fraga tira del ingenio y, en proporción a los ingresos, de los bolsillos de los contribuyentes.

Sólo con el compostaje doméstico, en el que participa la mitad del pueblo, Piñor ha rebajado en dos años 40 toneladas de basura y los usuarios pagan 10 euros menos al mes en el recibo. El alcalde está sorprendido del éxito de su pionera fórmula. "Nos llaman de ayuntamientos grandes para que les informemos".

"El todo gratis no es bueno", repite el regidor socialista, "y los vecinos ya han descubierto que lo que no se paga de una forma, se paga de otra". Por eso él apuesta por la "eficacia y la eficiencia" de unos servicios "a la carta", ajustados a la demanda de los ciudadanos.

Fraga coincide en su apuesta por la priorización con el veterano regidor popular de Mondariz Balneario, José Antonio Lorenzo. Con 700 vecinos y un presupuesto de 600.000 euros, Lorenzo (PP) presume de pueblo modelo. "La fusión es una estupidez", proclama, advirtiendo de que lo necesario es priorizar. "Se trata sólo de aplicar el sentido común y de gastar lo mínimo con el máximo rendimiento".

¿La fórmula?, seguir la máxima que aplicaba su madre a lo doméstico: "Hay que guardar siempre para una enfermedad". Lorenzo habla de los servicios "con retorno". Se refiere a convertir su coqueto municipio en sede de actos culturales. Atraer visitas, personas que difundan el nombre y las cualidades de su pueblo.

Como Fraga en Piñor, Lorenzo ha decidido prescindir de las grandes infraestructuras y centrarse en Mondariz Balneario en lo cultural y medioambiental. "Somos la capital termal del Estado", proclama y "ofrecemos un municipio cuidado, hermoso, con buen nivel de vida y sin tener deuda". "Aquí sólo se edifica en piedra. Si no podemos afrontarlo, no lo hacemos".

En el caso de Piñor, la oferta conjunta con Carballiño de la recogida de basura le ha permitido al ayuntamiento pasar de pagar 60.000 euros por este servicio a los 30.000 que le cuesta ahora.

Apuesta por prestaciones comarcales

Tras 28 años ininterrumpidos al frente del ayuntamiento, el alcalde de Mondariz Balneario, el popular José Antonio Lorenzo, reconoce la importancia de los servicios mancomunados como medida de ahorro factible. "Los policías locales deberían ser comarcales", apunta Lorenzo tras explicar otras medidas de ahorro. "En nuestra depuradora vierte la del otro Mondariz desde hace ya tiempo".

Limpieza, depuración y sobre todo cuidado del río -"un pueblo está muerto si su río está muerto, porque es nuestra vida", repite el regidor- se llevan, junto al pago de nónimas del personal (que suponen casi un tercio del presupuesto) los ingresos de este modesto ayuntamiento pontevedrés.

Los pequeños resisten, pero creen que los servicios consorciados pueden dar mucho más de sí e instan a la Xunta a que incentive la cooperación conjunta. El alcalde de Piñor, Francisco Fraga, pone el ejemplo del consorcio de As Mariñas, con un pacto entre PP, PSOE, BNG e Independientes "que funciona a la perfección y que presta muy buenos servicios a los ciudadanos".

Lo que parece la aplicación del sentido común que reivindica el alcalde de Mondariz Balneario es, en este caso en Ourense, una excepción. Casi ninguna de las mancomunidades de la provincia ofrecen servicios conjuntos "porque acaban primando criterios políticos en lugar de los técnicos o económicos". Se llevan a matar.

"Los ayuntamientos estamos abocados a hacer cosas conjuntas", repiten los alcaldes consultados que deploran mantener recursos ociosos como el de la recogida de basuras con camiones y personal parado porque en los pequeños municipios el servicio no es diario.

Lorenzo lleva toda la vida al frente de la alcaldía de Mondariz Balneario y Fraga los últimos siete años en el de Piñor pero ambos reconocen que si los consorcios funcionan bien, el cambio de alcalde no afectaría en absoluto al nivel de vida de los vecinos. "Sentido común, sentido común", reclama el veterano popular.

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