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Judas Priest, Saxon y Motörhead, hoy en el Coliseum

Epitaph Tour, con nombre de clausura, es la última gira multitudinaria de Judas Priest. En su parada en A Coruña, primera en Galicia de la banda del sexagenario vocalista Rob Halford, las puertas del Coliseum se abren hoy a las seis de la tarde para acoger una larga jornada de homenaje a lo que fue la nueva ola del metal británico.

Con matices, teniendo en cuenta que Judas Priest, padres introductores del cuero en el mundo heavy, nacieron en 1969, apenas un par de años después de Black Sabbath. Después de un debú en línea todavía con la raíz blues del rock duro, entre Sad wings of destiny (1976) y Stained class (1978) definieron el primer metal. Grandes desarrollos instrumentales, nada de psicodelia y a tocar más rápido, como los punks. Estéticamente, más discípulos suyos son Saxon, inicialmente Son of a Bitch, que Motörhead. Con público de todas las latitudes roqueras, el grupo de Lemmy Kilmister versionará seguro Breaking the law, de Judas, pero también podría reciclar un jump-blues como Train kept a rollin, primer hit ajeno de Led Zeppelin, y hacer que suene como un tributo a Jimi Hendrix.

La organización espera que más de 5.000 personas paguen los 53 euros del cartel. La competencia, en cualquier caso, está en Viveiro, donde el ResurrectionFest -40 euros el bono completo, acampada gratis- reúne desde ayer, y hasta el domingo, a 40 bandas de hardcore, punk y metal contemporáneo. Los californianos Pennywise, de comienzos de los noventa, son veteranos en el joven festival viveirense.

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