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Mar tardó 10 meses en saber que perdía su única patente

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, reconoció ayer en el Parlamento que la pérdida de la única patente que ha tenido nunca la Xunta -para la identificación de larvas de mejillón- es un "ejemplo de descoordinación grave" de su departamento, pero eludió su responsabilidad argumentando que no se enteró hasta "10 meses después". Quintana indicó que se produjo un "error administrativo", pero aseguró que ni ella ni el equipo directivo de su consellería sabían de la necesidad de renovar esa patente. Según dijo, ella misma no supo de la pérdida hasta "10 meses después" cuando la Oficina de Patentes decretó su caducidad. Después, Quintana atribuyó la responsabilidad al Centro de Investigacións Mariñas que desarrolló la innovación en colaboración con la Universidade de Vigo.

La diputada socialista Marisol Soneira lamentó "que se le pidan responsabilidades a un técnico que pasaba por allí" y censuró que el invento pueda ser ahora empleado gratis "por nuestros competidores" del resto del mundo en la producción de mejillón.

Ante las críticas, la conselleira introdujo, solo al final de su intervención, un nuevo argumento y aseguró que la patente caducó tras no renovarse por tercera vez consecutiva, responsabilizando al bipartito.

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