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La Marcha Mundial de las Mujeres clama en Vigo contra el capitalismo

Dos mil personas de 50 países participan en una manifestación multicolor

El VII Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) llegó ayer a su momento culminante con una manifestación que reunió a 2.000 personas por las calles de Vigo. Tras cinco días de reuniones internas en Panxón (Nigrán), las reivindicaciones de la red feminista más extendida del mundo se convirtieron en una fiesta, animada no sólo por las consignas y los cánticos, sino también por temperaturas veraniegas que rondaron los 25 grados.

Lejos de restarle público a la convocatoria, el sol y el calor estimularon la disposición de los ánimos, ya que la concurrencia fue aumentando de manera notoria desde el punto de partida de la movilización, en la Praza do Rei, hasta su conclusión en la Estación Marítima dos horas después. Los cálculos de la organización sitúan el número de asistentes en unas 10.000 personas, si bien la Policía Local de Vigo rebaja considerablemente la cifra hasta unos 2.500 manifestantes. La marea multicolor con predominio del color violeta, emblema de la causa feminista, se adueñó durante el mediodía del centro de la ciudad. Y, en medio de una mayoría abrumadora de mujeres de todas las edades y razas, marcharon también numerosos hombres, jóvenes casi todos. Eran ellas quienes lideraban los cánticos por la abolición del patriarcado y sostenían las pancartas, en las que se podían leer mensajes por la despenalización del aborto, en contra de la violencia machista, a favor de la soberanía alimentaria y el lema Mujeres en marcha hasta que todas seamos libres. El buen humor antisistema sólo se rompió en una ocasión: con los abucheos para los agentes de la Policía Nacional que intentaron recoger la tela reivindicativa que tapaba la entrada de un restaurante de comida rápida.

La representación institucional estuvo dominada por cargos del BNG, con su portavoz nacional, Anxo Quintana, al frente en los pasos iniciales de la marcha. El vicepresidente de la Xunta declaró a los medios de comunicación que la lucha por la igualdad de oportunidades y de derechos entre hombres y mujeres es "una de las luchas más dignas que puede haber en esta vida". Arropado por las conselleiras de Cultura, Anxela Bugallo, y Vivenda, Teresa Táboas, y la alcaldesa de Tomiño, entre otros miembros de su partido, Quintana dijo sentirse orgulloso de que "las mujeres gallegas estén en la vanguardia de esta causa y que, una vez más, Galicia sea sede de la Marcha Mundial de las Mujeres". En 2004, Vigo fue también escenario de una gran manifestación promovida por la versión europea de la plataforma. Tras la pancarta del Bloque, situada más o menos en la mitad del recorrido, desfilaban concejales nacionalistas vigueses y de otros ayuntamientos del sur de la provincia de Pontevedra. Mucho antes que ellos, caminaba su antiguo líder, Xosé Manuel Beiras, como un ciudadano más. Ni rastro de ediles del PP; en la hegemonía del BNG sólo desentonaban la concejala socialista de Educación en Vigo, Laura López Atrio, y la teniente alcalde de Ferrol, Yolanda Díaz, de IU.

Quienes tomaron la palabra fueron algunas de las 150 delegadas de medio centenar de países que tomaron parte en las deliberaciones para evaluar el cumplimiento del plan estratégico 2007-2010 de la organización. El encendido discurso por el hermanamiento de las mujeres en la lucha feminista que pronunció Tareixa Otero, de la coordinadora gallega, fue seguido por Caridad Ynares de Filipinas y Nana Aicha Cissé, de Malí. Estas últimas, se dirigieron en inglés y en francés, respectivamente, a la multitud con un mensaje pertinaz en el objetivo central de la MMM: cambiar el mundo para cambiar la vida de las mujeres, cambiar la vida de las mujeres para cambiar el mundo.

Participantes en la manifestación que recorrió las calles principales de Vigo.
Participantes en la manifestación que recorrió las calles principales de Vigo.LALO R. VILLAR

De Vigo al Congo

Uno de los acuerdos nacidos en este Séptimo Encuentro tiene que ver con la próxima acción reivindicativa de la Marcha Mundial de las Mujeres que acostumbra a celebrar actos de gran visibilidad para poner ante los ojos del mundo alguna de sus múltiples heridas. Lo próximo será la denuncia del tráfico de armas y de la creciente militarización de los estados del Tercer Mundo, según anunció la coordinadora del Secretariado Internacional, Miriam Nobre.

La actividad, que tendrá lugar en octubre de 2010 en el Congo, estará acompañada de movilizaciones en todo el continente Europeo para llamar la atención de las instituciones transnacionales. "Queremos decirle a la ONU lo que ocurre debajo de sus narices".

En la jornada de ayer también se clausuró una concurria feria sobre soberanía alimentaria, celebrada durante todo el fin de semana en la Praza da Estrela de Vigo, con el objetivo de ofrecer información al público acerca de los diferentes métodos sostenibles de producción agropecuaria.

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