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Columna
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Nacionalistas en el PP

Las estadísticas, en política, siempre han arrastrado una generalizada mala fama ("Sólo me fío de las estadísticas que he manipulado", ironizaba Winston Churchill), que contrasta con su influencia creciente en las decisiones de gobierno. Quizá porque los gobiernos se preocupan más de satisfacer la demanda que de incrementar la oferta de ideas, o porque, como decía Clemenceau, gobernar dentro de un régimen democrático sería mucho más fácil si no hubiera que ganar constantemente elecciones. Sin embargo, las encuestas son una fuente de descubrimientos curiosos, igual que leer un diccionario. Y el sondeo del CIS posterior a las elecciones gallegas es un verdadero manantial.

Por ejemplo, no deja de ser sorprendente lo repartido que está el nacionalismo. Alrededor del 15% de los votantes del PP el pasado marzo se declaran nacionalistas gallegos y un 22% los del PSdeG, mientras los votantes del BNG que no se definen como nacionalistas son nada menos que 35%. No menos chocante es que haya casi un 4% de votantes nacionalistas que vería mejor un estado central sin autonomías (14% los del PP, un 7% de socialistas y un 22% los de UPyD) y otro 37% que considera suficiente el actual grado de descentralización. Los votantes del PP se consideran algo más nacionalistas que el partido (en la escala creciente de 1 a 10, ellos se sitúan en 3,87 y al partido en 3,78), al contrario que los del PSdeG (4,50 y 4,62) y sobre todo que los del BNG, que se puntúan ellos con 6,29 y a la organización con 8,33. El electorado popular se considera de derechas (6,53) pero menos que al PP, al que califican con un 7,50. Igual en este caso que los votantes socialistas, que se sitúan en el 3,71 mientras empujan al partido hacia el centro, al 4,03. Los nacionalistas son los únicos que se ven más moderados que su opción política: ellos se sitúan en el 3,15, y al BNG en el 2,82. De hecho, se definen como conservadores casi el mismo porcentaje (uno de cada cien) que como comunistas.

Entre los votantes del BNG, se definen conservadores el mismo porcentaje que comunistas

Desmenuzar las características de cada electorado es también interesante, aunque no aporte grandes novedades. El BNG tiene mayor presencia en los tramos más jóvenes, y tanto el PSdeG como el PP tienen su mayor clientela en los mayores de 65 años. El electorado nacionalista es el único preponderantemente masculino. Por nivel de estudios, los del PP son mayoritarios entre aquellos que no los tienen y entre los que tienen primaria, y el Bloque encabeza los demás niveles. Los votantes nacionalistas son miembros de una asociación juvenil, deportiva, cultural, ecologista, de consumidores, de ANPA o de una ONG, de partidos políticos o sindicatos en porcentajes que igualan al conjunto de las otras dos opciones. También están asociados en mayor grado a organizaciones empresariales o profesionales. Quizás por eso conocen más a Mariano Rajoy que los votantes del PP y a Rodríguez Zapatero más que los seguidores del PSdeG. Los socialistas son los que tienen más presencia en las asociaciones de vecinos, y los populares, en las religiosas o parroquiales.

El descrédito de la clase política -y el consiguiente desinterés ciudadano- lo revela el apoyo a la frase: "Esté quien esté en el poder, siempre busca sus intereses personales". Están muy de acuerdo o de acuerdo con ella el 66% de los votantes del PP, el 58% de los del PSdeG y el 55% de los del BNG. Consideran que la política es muy complicada para ellos el 47% de los que apoyaron al PP, el 40% de los que lo hicieron al PSdeG y el 27% de los seguidores del Bloque. Y asumen que los políticos no se preocupan de la gente como ellos el 62% del electorado conservador, el 55% del socialista y el 52% del nacionalista.

En cuanto a las razones (o al menos la principal razón) de dar su voto a quien se lo dieron, considerarla la fuerza que mejor defiende los intereses de Galicia es mayoritaria tanto en los votantes conservadores (34%) como en los nacionalistas (58%). Los socialistas votan al PSdeG porque es quien mejor defiende sus ideas (30%). Sobre los temas que más les llamaron la atención en la pasada campaña, todos los electorados en general apuntan a la situación económica, y mucho después al paro. El Audi de Touriño es el tercer asunto, los insultos el cuarto y la política lingüística el quinto, pero curiosamente, los votantes del PP los recuerdan mucho menos que los que apoyaron a las opciones entonces en el gobierno, de lo que se deduce que votaron a Feijóo sin irle a los mítines.

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