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GALLEGOS EN LA ESCALERA | XURXO LOBATO

Núñez Feijóo, capacidad y compromiso

Conozco a Alberto Núñez Feijóo desde aquellos primeros pasos como político que dio a mi lado allá por el año 1991. Núñez Feijóo tiene capacidad y compromiso. Tiene capacidad porque afortunadamente está dotado de una gran inteligencia a la que suma voluntad, dedicación y esfuerzo. Enseguida se hace cargo del fondo de los problemas y tiene una gran facilidad para construir y dirigir equipos que aceptan con naturalidad su liderazgo basado en sus excelentes cualidades.

Pero es además una persona comprometida con el bienestar de la sociedad que le rodea, con la lucha contra las injusticias que todavía subsisten, con la defensa de la libertad de las personas en las que cree como los protagonistas de sus vidas y con un amor especial a la tierra que le vio nacer y en la que a pesar de lo mucho que se ha hecho en los últimos años, queda tanto por hacer para situarnos en el lugar que nos corresponde.

Yo recuerdo haberle oído contar cómo nació su vocación política. Fue en el Monasterio de San Esteban de Ribas do Sil, muy cerca de su Os Peares natal. Allí nos contó nuestro presidente a un grupo de amigos de la quinta provincia que de niño subía en bicicleta desde Os Peares hasta San Esteban en donde se encontraba con las ruinas de ese bellísimo monasterio en un lamentable estado de abandono. Allí tuvo el sueño de algún día poder hacer algo por la reconstrucción de ese hermoso edificio y ese día nos dijo que solo para poder hacer alguna cosa así valía la pena dedicarse a la política.

Hoy es el momento en que Alberto Núñez tiene en su haber tareas inolvidables para mejorar la agricultura y la sanidad gallegas y española en aquellos años 90. Su brillante presidencia del Insalud, gigantesco organismo que dirigió con apenas treinta y tantos años es recordado todavía como ejemplo de eficacia y buen hacer. Idénticos éxitos le acompañaron en la presidencia de Correos, organismo que recibió con déficit y dejó con beneficios de miles de millones de pesetas y gran prestigio dentro y fuera de España. Muy brillantes fueron también sus servicios, ya de vuelta a Galicia, como conselleiro y vicepresidente del Gobierno de Fraga. Su paso por la oposición -también en nuestra tierra- y su liderazgo del Partido Popular en ese momento le permitieron también un acercamiento muy intenso a toda la sociedad gallega con cuyos problemas se identificó plenamente. Con esos avales fue capaz de conseguir un éxito histórico en 2009 al ganar por mayoría absoluta al primer intento el Gobierno de la Xunta.

Ahora Alberto Núñez está siendo un ejemplo para toda España: dirige un gobierno austero y responsable que sabe priorizar, que sabe defender con uñas y dientes los intereses de los más necesitados y cuyo buen hacer está siendo la mejor referencia que el PP ofrece en estos momentos al conjunto de España. Ha sido una suerte que una persona de su valía, que sin duda ha sido tentado más de una vez con ofertas de trabajo muy ventajosas en otros sectores, haya sentido la vocación política en el más noble sentido de la palabra y que el PP y los gallegos tengamos la fortuna de tenerle comprometido con el mejor servicio a los gallegos y a España.

Feijóo, en la escalera del parque Padre Feijóo, en Ourense.
Feijóo, en la escalera del parque Padre Feijóo, en Ourense.XURXO LOBATO
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Peldaños

Nació en Ourense en 1961 y es licenciado en Derecho por la Universidade de Santiago.

En 1985 ingresó como funcionario en la Xunta.

En 1991 fue nombrado secretario general técnico de la Consellería de Agricultura y tres meses después, de la Consellería de Sanidade.

En 1992 fue ascendido como vicepresidente y secretario general del Sergas.

En 1996 asumió la presidencia del Insalud.

En 2001 fue designado presidente de Correos.

En 2003 regresó a Galicia como conselleiro de Política Territorial y un año más tarde es vicepresidente primero de la Xunta.

El 1 de marzo de 2009 fue elegido presidente de la Xunta.

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