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El PP de Vilariño de Conso vota contra el decreto del gallego

Apenas 48 horas después de la elección de Jose Manuel Baltar Blanco como presidente provincial, el PP se posiciona en Ourense contra el borrador del decreto del gallego que prepara el gobierno autónomo.

El alcalde de Vilariño de Conso, el baltarista Ventura Sierra, y uno de sus ediles -el tercero se ausentó por asuntos laborales- respaldaron la moción presentada por el BNG por la que este municipio insta a la Xunta a retirar el borrador del decreto y a que cumpla con sus "obligaciones estatutarias" respecto a la lengua propia de Galicia. El apoyo de los ediles populares era innecesario para que prosperara la moción, ya que el PP gobierna en minoría y resultaban suficientes los votos sumados de socialistas y nacionalistas.

La sorpresa fue rotunda. El portavoz del BNG en el Ayuntamiento, Carlos Rodríguez, expresó su "agradecimiento" por el respaldo del PP a una iniciativa por la que se reclama a la Xunta que retome el "consenso político y social consagrado con la Lei de Normalizacion Lingüística". Los nacionalistas están llevando la moción a todos los plenos municipales en los que tienen presencia.

Baltar se desvincula

El apoyo de los populares fue "completamente inesperado" para la oposición pese a que el nacionalista reconoce que "en Vilariño de Conso el gallego es la expresión natural de todo el pueblo y sería absurdo oponerse a una actitud tan natural". En el entorno de José Manuel Baltar Blanco -quien ayer celebró en O Barco de Valdeorras su primer comité ejecutivo- se intentaba desvincular la postura de sus ediles de Vilariño del cuño "galleguista" que el nuevo presidente se esforzó en imprimir a su campaña por el control provincial del partido. "No hay consigna alguna; es una decisión personal", del grupo municipal, destacaron.

Ventura Sierra, que fue alcalde de Vilariño de Conso a mediados de los años 90 por el PSdeG -y captado después por Baltar Pumar para el PP-, se congratula de haber sido pionero en la supresión del callejero franquista de su pueblo y de su sustitución por nombres gallegos. Tras perder la alcaldía en 2007, la recuperó el verano pasado cuando, en una remodelación del gobierno local, uno de los ediles del BNG rompió la disciplina y en lugar de votar al PSOE lo hizo por su compañero de formación, lo que propició el retorno al sillón de mando del regidor ahora del PP.

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